Indicador político
Hipocresía, ONU y OEA, en la diversidad
Teresa Gil
Joe Biden da poquito en torno a la Novena Cumbre de las Américas, pero la soberbia no cede ¿Quién es dueño de la democracia en el continente? Al mismo tiempo, la forma como se está exhibiendo la dirigencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), no anda muy lejos de la Secretaría de la ONU, en el caso Ucrania. Uno continental el otro mundial, pero los dos sumisos al mismo amo. Los largos apartados de la ONU sobre la importancia del dialogo en la diversidad, que se celebran a gran escala el 21 de mayo, caen en el vacío con lo que estamos viendo y comprobamos todos los días. La fecha sobre la Declaración Universal de la Diversidad Cultural lanzada por la UNESCO en 2001, había tenido un repunte 40 años antes en México, como lo recuerda el mismo organismo. Y fue la ONU la que formalizó dicha fecha el 2002 como Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Dialogo y el Desarrollo, que tiene un proyecto firme para el 2030. Ha habido algunos avances, pero la desigualdad sigue siendo impresionante. Lo vemos en México con indígenas, afromexicanos y otras expresiones que antaño se calificaban de mestizas. El número de pobres que se acumuló durante décadas, habla por si solo.
LA DEMOCRACIA, JUGUETE VERBAL DE LOS IMPERIOS Y SUS ALIADOS
La democracia tiene mucho que ver en el diálogo en la diversidad cultural. No se puede dialogar si se tiene el pie encima. El concepto democracia desde la época de Pericles en Grecia, ha pasado por tantos avatares, que cuando llega a la vida actual asume un tono admonitorio y soberbio, de desalojo. Lo hacen a partir de haberes materiales, categorías, colores y hasta de conocimientos acumulados. Si “los buenos somos nosotros, los malos son lo demás” porque piensan y tienen categorías diferentes. Para Estados Unidos y los países occidentales, los comunistas deben ser los excluidos. Desde la guerra fría de los años cincuenta del siglo pasado a la actual, la agresión es perseverante. El bloqueo se impone como se ha hecho con Cuba durante décadas. Y hay otras especies de bloqueos a otros países, si no toman decisiones afines a los imperios. Ya lo advirtió oficialmente el gobierno del norte. Lo vemos en las presiones sobre dos países, Suecia y Finlandia que ahora buscan afiliarse a la OTAN. Biden anduvo antes comiendo pizzas por ahí. Es el concepto democracia de la imposición. Y aunque cede un poco, se exhibe ahora de manera agresiva en las decisiones que está tomando en torno a la cumbre de las Américas: excluye países que no considera democráticos, mientras en el interior privilegia la exclusión de migrantes, promueve el racismo (Buffalo reciente) y crea una cultura de la supremacía blanca ( Marcelo Ebrard lo destaca), poniendo en parte los haberes de Mi Lucha ( editoriales Época 2016 y Luva 2020, entre muchas desde que Alemania abrió las puertas a la publicidad) de Adolf Hitler, por delante.
LAS DIFERENCIAS EN LA DIVERSIDAD CULTURAL, RETRASA EL DESARROLLO
El día dedicado por la ONU al diálogo en la diversidad cultural, se refleja poco en todo el mundo. La gran mayoría de los pueblos están estancados, y lo reafirmaron con la pandemia. El flujo migratorio que se evidencia en México y que según datos de la cancillería deja uno de cada tres extranjeros en el país cada año, muestra el nulo desarrollo en algunos países americanos. La democracia estadounidense anuncia ahora a través el embajador Ken Salazar que se abren apoyos económicos; han sido tardíos y no muy cuantiosos. Parece que ahora con lo de la cumbre, quieren quedan bien. En México hay retrasos en las zonas indígenas y las afromexicanas que apenas se tomaron en cuenta éstas últimas, en este sexenio. Estados como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, no avanzan en sus zonas estancadas igual que ciertos sectores de Puebla, Veracruz, Estado de México y Morelos. Lo paradójico es la forma como se oponen grupos que se supone luchan por la defensa de esos pueblos, cuando se pretende abrir cauces para cambiar la situación. Los casos del Tren Maya, cuya suspensión actual causa grandes pérdidas diarias y el de las refinerías, son ejemplos. Grupos opositores de derecha y de ultraizquierda son a veces los obstáculos para el desarrollo que se promueve.