Libros de ayer y hoy
“La Cultura que queremos”
“El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma.”
Bertolt Brecht
El Partido Revolucionario Institucional, a través de la iniciativa de Alejandro Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano Austria, promovió la organización de los foros ciudadanos “El México que queremos”. Estos foros fueron el medio para establecer comunicación con la sociedad civil organizada y así comenzar a recoger inquietudes y visiones sobre lo que el proyecto del 2024-2030 deberá incluir.
No es posible conformar propuestas o lanzar soluciones si no se conoce desde las bases, desde la cotidianeidad, lo que está sucediendo en las diferentes demarcaciones de nuestro país y en los diversos estratos sociales.
“El México que queremos” tuvo éxito en consolidar foros ciudadanos en las 32 entidades del país durante el pasado fin de semana y en estos se discutieron temáticas para elaborar un diagnóstico técnico y profesional sobre lo que necesitan los mexicanos con una prospectiva para los siguientes seis años. La mancuerna inédita entre el PRI y la sociedad civil es un punto de inflexión en la historia política reciente, dejando en claro que el diálogo entre partidos y ciudadanía tiene que ser permanente a partir de ahora.
En el caso del rubro cultural, no es muy diferente el escenario en contraste con otros campos como la salud pública, la economía o la seguridad: el oficialismo abandonó a los artistas y creadores de México.
Durante el actual sexenio se han desmantelado instituciones culturales importantes y se sufre a diario una parálisis administrativa que pone en riesgo el patrimonio cultural de la nación, el desarrollo cultural público y la integridad de quienes viven del fenómeno cultural.
Por citar un caso, el Fondo de Cultura Económica, ha sido reducido a una dirección de propaganda y de folletos, con un director tan impresentable como rapaz. En menos de un sexenio Francisco Ignacio Taibo II “logró” prácticamente quebrar a la que fuera la casa editorial más representativa de nuestro país. En tiempos recientes inclusive ejecutó la desaparición de la histórica Dirección General de Publicaciones de la Secretaría de Cultura de México de una forma tan irregular como cuestionable. Taibo II debe ser llamado a cuentas cuando termine esta administración ineludiblemente.
Por otro lado, de acuerdo a datos del INEGI, en su Cuenta Satélite de la Cultura 2021, las actividades económicas del sector de la cultura generaron alrededor de un millón doscientos setenta mil empleos. El PIB de la cultura es del 3% de acuerdo a este estudio. A partir de ese análisis, también se revela que la gestión pública en esta rama tan sólo representa 0.2%. Se ha de complementar que el presupuesto histórico que ha tenido la Secretaría de Cultura de México desde su creación ha oscilado entre los 13 y 15 mil millones de pesos, sufriendo la mayoría de las veces recortes presupuestales que han comprometido la operación de sus instancias torales. En este sexenio desafortunadamente no fue diferente el caso.
Bajo este contexto, no se puede dejar de señalar el innecesario e injustificable proyecto que representa la remodelación del Bosque de Chapultepec, el cual ejercerá a finales este año sus 10 diez mil millones de pesos asignados sin haber mostrado hasta la fecha los avances físicos esperados. Una ocurrencia más del gobierno de la falsa transformación a costa de los mexicanos.
La gente que decide convertirse en creador o artista sigue una vocación íntima, personalísima y emotiva que no descansa hasta el final de sus días. Que en México no haya medios para que la gente que desarrolla la cultura subsista es casi equiparable a un crimen. Sí, en otras ramas hay carencias y hay prioridades como en cualquier gobierno pero hoy quienes crean los símbolos de cohesión y unión de nuestra época se están yendo del país y difícilmente van a regresar. El daño a nivel cultural aún no se ha dimensionado con la fuga de creadores que se ha vivido en este sexenio de ignominia e infamia.
Por último, sólo queda reflexionar que la cultura que queremos es una que no se utilice como propaganda ni como adoctrinamiento. La cultura sometida al poder es vacía y peligrosa; la cultura a la par o por encima del poder puede florecer y cambiar una visión del mundo.
Por nuestros artistas, creadores, gestores e intelectuales se promovieron estos foros y desde el PRI dejamos abiertos los vasos comunicantes para que se construya la mejor versión del México que se anhela desde cada rincón de este territorio. El PRI es el partido de la cultura y el Frente Amplio por México luchará por los artistas de esta nación.