Poder y dinero
La Era del Frente
“La única ideología que debe regir a un jefe de Estado, es el interés de México. Y ese está regido por el marco Constitucional…”
Beatriz Paredes Rangel
Han concluido los seis foros de diálogos entre los aspirantes a construir el Frente Amplio por México. Santiago Creel, Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes expusieron a la sociedad sus visiones y convicciones respecto del rumbo que debe tomar México y lo que se habrá de realizar si se quiere vencer al partido del presidente de México.
Si bien en la recta final de este ejercicio quedaron frente a frente las senadoras emanadas del PAN y del PRI se ha dejado el precedente de un proceso democrático, horizontal y abierto a la sociedad. Los aspirantes a construir el Frente Amplio se comportaron a la altura de la época y ahora sólo habrá que esperar la definición del mismo.
Entre las reflexiones que deja este proceso pueden rescatarse dos: 1) el Frente llegó para quedarse y 2) la base de la democracia es la competencia y el intercambio dialéctico. Por más que desde diversas círculos y canales oficialistas se buscó desacreditar el esfuerzo por construir el Frente conforme transcurrieron los foros se fue afianzando este método de selección en función del nivel de los mismos.
De igual forma, las fuerzas políticas que arropan este Frente han aceptado las directrices del Comité Organizador y quienes participaron para construirlo coincidieron en fortalecer a quienes tuvieron la mayor cantidad de preferencias ciudadanas y fueron reconocidos en el estudio de opinión realizado. Por donde se le mire, este proceso de selección aún con sus limitaciones logísticas —y respetando la ley en todo momento— ha logrado que no se había visto en la historia política reciente.
¿Qué sigue? Esperar esta semana por los resultados finales del proceso que contemplan un ejercicio de manifestación de simpatías presencial y un nuevo estudio de opinión. Sea cual sea el resultado PRI, PAN y PRD cerrarán filas en torno a quien haya acreditado de manera fehaciente haber concretado lo señalado por el comité organizador.
En este contexto, vale remarcar que ha sido una práctica de competencia inédita y que en todo ejercicio de esta naturaleza siempre habrán de contrastarse perfiles, ideas y trayectorias; a veces parece que se olvida que se está jugando la Presidencia de la República, lo que viene no habrán de definirlo los cibernéticos “me gusta”, “hilos” o “cadenas”, lo van a determinar las simpatías y votos “de carne y hueso” del cansado, polarizado y harto electorado mexicano que al día de hoy se mantiene escéptico y decepcionado de cualquier fenómeno relacionado a la política.
Más allá de lo que resulte este domingo 3 de septiembre, el proceso de construcción del Frente Amplio por México inaugura una era de concertación política y de construcción de acuerdos del más alto nivel de profesionalismo y de contacto con las bases sociales. La era del diálogo y de la búsqueda del auténtico bien común llega a imponerse al ocaso de los proyectos individuales y los beneficios para unos cuantos grupúsculos. El equipo se llama Frente Amplio y el objetivo a lograr es rescatar México, cualquier otro elemento en la ecuación perturbaría el proyecto en común que plantará cara al inquilino de palacio nacional.
Para cerrar, evocando a la senadora Beatriz Paredes Rangel, el “accidente histórico” sucedió por diferentes razones y factores pero la entereza y la gallardía de los mexicanos llevará a mejores rumbos los destinos de este país.
Finalmente, para eso sirven los accidentes, para levantarse, resarcirse y crecer con el doloroso pero enriquecedor aprendizaje obtenido. El castigo-apuesta del “accidente histórico” ha resultado tan perjudicial como costoso pero por fin se empieza a ver la luz al final del túnel. Ahora será momento de respaldar al Frente en todas las latitudes ya que esto apenas comienza.