Indicador político
¿Texto gratuito o fortuito?
“La crítica es un fusil muy bonito; tiene que disparar en contadas excepciones.”
Benedetto Croce
La artificiosa polémica desatada durante las semanas recientes en relación a los Libros de Texto Gratuito y su contenido ha abierto diferentes posiciones desde las cuales pueden analizarse. Ha habido enfoques interesantes que han puesto en cuestión su utilidad, vigencia y efectividad como programa, así como su prevalencia en cuanto a fuente de conocimiento verificada.
Se ha de recordar asimismo que en México, de acuerdo al INEGI, el promedio de educación es de primero de preparatoria —9.7 grados de escolaridad— y el promedio de lectura es de 3.8 libros año —en población adulta—. Con estos antecedentes puede opinarse certeramente sobre lo que han generado los nuevos e ineficaces libros de texto de la falsa transformación.
El primer punto —ya agotado por el tribunal de la red social— es el relativo a la ideologización de los contenidos donde se ha expuesto la distorsionada perspectiva de eventos históricos o bien la reducción de materias que contravienen el dogma “transformador”. La doctrina presidencial ha contaminado ya materiales educativos que se habían caracterizado por mantenerse neutrales.
Sin ser experto en pedagogía quien redacta estas líneas, se percibe que hoy la fuente de información más recurrida por las infancias y juventudes son los clips de video digitales con duración entre 15 y 30 segundos. Muchas veces estos videos carecen de fundamentos teóricos o fuentes fidedignas y son aceptados como “verdades” populares. Aún y cuando no suplen a los libros de texto estos materiales digitales, en la cotidianidad es donde se percibe que estos formatos son los que le aportan datos a los niños y jóvenes de México.
Aquí vale la pena poner bajo el ojo crítico si en pleno 2023 este programa de la SEP consigue aún la meta por la cual fue concebido o si habría la posibilidad de mejorarlo o actualizarlo. Con la diversificación de contenidos y métodos de aprendizaje, ¿es el libro de texto una opción real para niños y jóvenes?
Si bien su fanatismo por el pasado le ha jugado mal al gobierno de la falsa transformación, la fortuidad de la polémica actual desnuda otros problemas sistémicos del modelo educativo mexicano. Como otros expertos han remarcado, este suceso ya ha emergido en otras administraciones federales y de nuevo se ha instrumentado de manera pésima la generación de contenidos para lograr garantizar la educación básica y media superior.
Finalmente, como todo lo que ha tocado la falsa transformación, el programa de libros de texto ha fracasado y ahora debe buscar reelaborarse por causa de su fallida concepción polarizante. Mientras tanto, padres de familia y maestros deberán reconsiderar el rumbo educativo de cara al año entrante, ojalá que se logre concretar el golpe de timón para cambiar el rumbo del país.
México no está resistir para más retrocesos ni improvisaciones.