Sin mucho ruido
“Mujeres en el Nobel”
“En el tipo de arte que me atrajo, la voz o el juicio del colectivo es peligroso. La precariedad del habla íntima se suma a su poder y al poder del lector, a través de cuya agencia se alienta la voz en su urgente súplica o confianza.
Louise Glück
El premio Nobel es posiblemente el galardón más conocido a nivel mundial por las diferentes disciplinas que premia y por las ceremonias y discursos que han trascendido más allá de un siglo de existencia.
Entre 1901 y 2022 se han galardonado a 60 mujeres —Marie Curie lo ganó en dos ocasiones—en las ramas de Física, Química, Literatura, Economía y el de la Paz. De acuerdo al sitio oficial de esta organización, de estas 60 ilustres mujeres, 31 fueron reconocidas tan sólo entre el 2001 y el 2022. La lucha por la visibilización de los logros femeninos es un triunfo del siglo XXI.
Existen casos tan extraños como inverosímiles, tal como fue el de la Dra. Jocelyn Bell Burnell, quien si bien fue la primera persona en descubrir los pulsares, ésta no figuró para recibir el mismo. Hoy en día la doctora Bell es un ícono y un símbolo en el ámbito de la Física y las ciencias en general.
En la rama de literatura, 17 escritoras han recibido la máxima condecoración de las Letras. Para fines ilustrativos de este artículo se pueden enlistar sus nombres: Selma Lagerlöf, Grazia Deledda, Sigrid Undset, Pearl Buck, Lucila Godoy Alcayaga (Gabriela Mistral), Nelly Sachs, Nadine Gordimer, Toni Morrison, Wislawa Szymborska, Elfriede Jelinek, Doris Lessing, Hertha Müller, Alice Munro, Svetlana Alexievich, Olga Tokarczuk, Louise Glück y Annie Ernaux.
Ahora bien, es relevante recordar que la historia de la literatura y la historia de la escritura le deben en gran medida a las mujeres que se hayan llegado hasta nuestros días un sinnúmero de obras y de relatos que se han convertido en pilares culturales en diferentes latitudes.
En tiempos recientes, Irene Vallejo Moreu ha dado realce y ha expresado en diversos foros el lugar tan importante que debe dársele a la figura de las mujeres respecto de la preservación de la cultura a través de las proezas que históricamente ellas lograron. Las mujeres en su trajinar histórico debieron sortear toda clase de obstáculos en defensa de sus pasiones culturales.
Las historias de vida de quienes han sido exaltadas a través del premio Nobel son testimonios que han de difundirse por el gran valor que todas ellas tuvieron para llegar a la cima de sus disciplinas.
Aún faltan muchos paradigmas por desbaratar y muchas conductas por modificar en las comunidades para que la mujer alcance el lugar que social, política y económicamente merece. No es un problema tropicalizado y con rasgos que hagan diferente lo que sucede en México al resto del mundo. Uno de los grandes retos y pendientes de nuestro país es normalizar la igualdad entre hombres y mujeres y brindarles a ellas la condiciones mínimas para desarrollar una vida en condiciones de dignidad, seguridad y de libertad.
Se confía en que los muros y los techos —de cristal o cualquier material— continuarán cayendo; en el futuro no tan lejano estaremos hablando de centenares de mujeres dignas del Nobel y será normal verlas triunfar en este foro trascendental.
Paso a paso las mujeres siguen y seguirán dejando su huella durante su paso por esta tierra.