Indicador político
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Ha iniciado la reina madre de la sucesión.
¿A quién designará Claudia Sheinbaum para las dos secretarías más importantes del gabinete, la Defensa Nacional y la Marina?
La razón es obvia:
Las Fuerzas Armadas han recibido un poder infinito en muchísimos sentidos, como constructores, como administradores, como rectores de diferentes actividades.
Manejan la edificación de aeropuertos -el AIFA, el Tren Maya y para qué seguir-, les entregan inclusive el manejo de las aduanas portuarias y fronterizas.
Están a punto de darles nuevos reinos en terminales aéreas del sureste del país, donde por cierto la familia Loret de Mola tiene concesiones y es investigada.
Sólo los mantiene alejados de una espina dorsal clave en la aeronavegación, el control aéreo el gran negocio de la venta de hidrocarburos para toda la aviación, tanto nacional como internacional.
En el combustible hay miles y miles de millones de pesos diarios y todavía está en manos de Aeropuertos y Servicios Auxiliares de Javier Villazón Salem, antaño organismo administrador de todas las terminales aéreas.
LA SALUD ES PRIMERO
El asunto trasciende lo presente.
Claudia Sheinbaum ha prometido continuar el apoyo del gobierno federal en las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional, aunque no se sabe si con nuevas funciones.
Hoy el tema es a quién elegir.
Ella ha prometido designar a los sustitutos del general Luis Cresencio Sandoval y del almirante José Rafael Ojeda en víspera de asumir el poder federal el 1 de octubre próximo.
Entretanto, hay elementos claves.
Si el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, ha decidido apoyarse en ellos y darles un poder prácticamente universal, los mandos castrenses obedecen a él.
En la cúpula militar corre una versión: Claudia Sheinbaum ha mostrado interés por el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Ricardo Trevilla Trejo, pero enfrenta problemas.
El divisionario tiene debilidades de salud, dos infartos y vigilancia permanente de cardiólogos, lo cual reduciría sus posibilidades sobre todo si intervienen los actuales mandos presidencial y militares.
CANDIDATO INESPERADO
Hay otro aspecto:
Al interior de ambas dependencias se ha despertado un apetito natural por sustituir al general Luis Cresencio Sandoval y al almirante José Rafael Ojeda.
Un rumor surgido al interior de la Defensa Nacional, reproducido por el reportero Juan Pacheco en la agencia Quadratín, refleja parte de ese ambiente castrense.
En un principio se candidateó al subsecretario Gabriel García Rincón y al jefe del Estado Mayor Conjunto, Ricardo Trevilla Trejo.
Pero, dice la información citada, entre mandos de superiores ha tomado fuerza la candidatura del general Salvador Cervantes Loza, un divisionario muy amado en Palacio Nacional.
Dice el despacho:
Cervantes Loza “cuenta con 47 años de servicio y uno de sus principales atributos en el actual sexenio fue el hecho de administrar uno de los mayores presupuestos de la 4t, con los cuales se edificaron el AIFA y el Tren Maya, por citar dos obras emblemáticas del gobierno”.
La información tiene sustento, indican fuentes castrenses a Teléfono Rojo, a su juicio también da pistas a quién deberían lealtad las Fuerzas Armadas entre López Obrador y Claudia Sheinbaum.