Indicador político
· Ex gobernadores: o disciplinados o bajo sospecha
· Ahora sólo uno iría al gabinete y los demás callan
· Dejan en paz a Aureoles y García Cabeza de Vaca
Nadie como Brozo para el lenguaje llano.
En entrevista con el panista yucateco Mauricio Vila, le preguntó si aspiraba a la candidatura presidencial o prefería lagotear -en el peor sentido- al presidente para conseguir un cargo.
Vila, hábil en su esgrima verbal, prefirió huir del compromiso:
-Todavía faltan dos años… Es muy temprano.
La grabación fue escuchada en Madrid por un gobernador en funciones, Carlos Joaquín, y un ex compañero suyo y ahora embajador en España, Quirino Ordaz.
Al oír la alternativa de sexo oral, Carlos Joquín bromeó:
-Ahí te hablan, Quirino.
Familiaridad suya, pero vigente por lo dicho ayer por López Obrador sobre el quintanarroense:
-Es muy bueno. Ha hecho un buen trabajo y no se descarta de que participe en el gobierno federal más adelante. Todavía faltan dos meses…”.
Lo mismo prometió y repitió de su colega y benefactor bajacaliforniano Jaime Bonilla y no le cumplió.
El anuncio reavivó una vieja especulación: Carlos Joaquín está predestinado para Sectur, secretaría predestinada para mandar a Quintana Roo.
AUREOLES Y CABEZA DE VACA
Es interesante revisar a los mandatarios salientes.
Pocos han ocupado cargos diplomáticos: Quirino Ordaz en España, Carlos Miguel Aysa en República Dominicana, Claudia Pavlovich en el consulado de Barcelona.
Todos priístas expulsados por el comité de Alejandro Moreno, Alito.
Viene otra camada.
De los seis por salir, cinco no parecen tener acomodo: Martín Orozco, de Aguascalientes; Omar Fayad, de Hidalgo; José Rosas Aispuro, de Durango; Alejandro Murat, de Oaxaca, y Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas.
Del tamaulipeco queda la duda si seguirá bajo fuego del gobierno o si, por el contrario, ya resolvió las persecuciones de la UIF, la FGR, la ASF y otras dependencias federales.
Duda sustentada con lo acontecido con el perredista michoacano Silvano Aureoles, quien nunca concilió con López Obrador pero a quien confrontó desde el gobierno de Michoacán.
Sobre él se cernían las peores amenazas, pero ha regresado a la actividad política y su partido lo postula como uno de sus cuadros con capacidad para la candidatura presidencial de Va por México.
POR LA PRESIDENCIA O NADA
1.- A propósito de futuro, en el entorno de Alejandro Murat hay una certidumbre: por nada iría a alguna posición federal aunque haya construido gran amistad con el presidente.
Tampoco está en su proyecto suceder a Alejandro Moreno al frente del PRI, a quien impulsó como su principal activista en 2019 cuando fue electo para un período de cuatro años.
En el escenario se ve en campaña para ganar simpatías de aspirante presidencial, en espera las negociaciones de PAN, PRI y PRD y por supuesto la suerte de Va por México.
Y 2.- en Jalisco hay gran escándalo.
Se ha difundido información sobre supuestas triangulaciones para entregar una camioneta a la diputada María de Jesús Padilla con recursos de la empresa Lomedic.
Lomedic es una compañía propiedad de Carlos Lomelí, a quien López Obrador acusó de ser uno de los integrantes del monopolio para proveer de medicinas al sistema de salud pública.
Luego, en 2018, hizo a Lomelí candidato al gobierno del estado y el empresario está listo para contender una vez más para suceder a quien lo venció hace cuatro años, Enrique Alfaro.