Sin mucho ruido
· Impunidad presidencial a Cuauhtémoc Blanco
· Lo manda de diputado para evitarle procesos
· Ex corcholatas rejegas: sólo Adán se disciplina
Se rieron.
Hicieron escarnio.
En redes sociales se burlaron de la información.
–Eres un mentiroso -me escribieron.
E ironizaron:
-¿Acaso estuviste en la plática?
Bueno, ya tienen la respuesta.
El 16 de febrero titulamos la columna López Obrador va al rescate de Cuauhtémoc Blanco.
En síntesis dijimos:
En su pasado viaje a Cuernavaca (9 de febrero), el presidente comió en la casa de Cuauhtémoc Blanco en el exclusivo fraccionamiento Tabachines con la familia del gobernador de Morelos.
Segunda deferencia, porque antes en acto público el ex futbolista del América recibió un escandaloso abucheo y una sonora rechifla y López Obrador acudió a abrazarlo, a expresarle su apoyo afectivo.
–Es un buen gobernador – dijo, y ante el juicio del tabasqueño no hay argumento superior en ningún caso nacional ni bajo ninguna lógica.
¿Y LA JUSTICIA?
Ayer esos críticos recibieron su respuesta:
Tal como lo prometió Andrés Manuel López Obrador en la comida privada del fraccionamiento Tabachines, Cuauhtémoc Blanco tiene plena garantía de fuero porque será diputado federal en la próxima Legislatura.
Y con esa impunidad se aleja del ámbito de la justicia: no irá a la cárcel por malversación de recursos, por desvíos de miles de millones comprobados por la Auditoría Superior de la Federación de David Colmenares ni de abusos de poder documentados por el fiscal Uriel Carmona.
Todos ellos, señalamientos y acusaciones, esperan el fin de su mandato para detenerlo, llevarlo ante la justicia y procesarlo por uno y mil hechos en contra del erario y del proceder legal.
Falta ver si el generoso amparo presidencial se extiende a muchos de sus protegidos como su hermano Ulises Bravo Molina, el dirigente local de Morena a quien Cuauhtémoc quiere investir también de diputado, sea local o federal.
Serían las peores noticias para los morelenses, quienes se sienten agraviados por el peor de los sexenios de toda su memoria.
Pero Cuauhtémoc Blanco no se da por enterado.
El posa junto a la candidata oficial del morenismo, Margarita González, quien se promueve en grandes espectaculares con El Cuauh y un letrero de mil temores:
–Para que haya continuidad.
¿De verdad los morelenses quieren otro sexenio de igual violencia y desgobierno?
GRACO RAMÍREZ
1.- En plena campaña se le ha aparecido el diablo a Cuauhtémoc Blanco.
Su antecesor en el gobierno estatal, Graco Ramírez, ha reaparecido para contribuir a la campaña de la senadora Lucy Meza, quien era puntera en las encuestas por Morena.
Pero Blanco se opuso a la candidatura porque lo llevaría a la cárcel y se ciñó al designo presidencial (Margarita González) y Lucy se fue a la oposición aliancista PAN, PRI y PRD.
La contienda es más cerrada de las encuestas porque, como a nivel nacional y en todo el país, el oficialismo la usa para inhibir el voto bajo un supuesto simple: el triunfo de Morena es inevitable.
Y 2.- en el gobierno y en el equipo de Claudia Sheinbaum han tomado nota de una diferencia:
Mientras Adán Augusto López se ha sumado a campañas como la de Javier May en Tabasco y opera a su favor, las demás corcholatas ninguneadas todavía esperan posiciones.
Esta semana pueden tener la respuesta con el reparto de candidaturas.