Indicador político
· Tras fraude en Segalmex, su ex director es apóstol de honestidad
· Asesora a los dos mil 469 ayuntamientos en rendición de cuentas
· El sexenio terminará con su signo: sin garantía de medicamentos
Robert LeRoy Ripley sería el primer sorprendido.
Su histórica frase Aunque usted no lo crea… ha sido rebasada por la 4t.
Porque quien dirigía la empresa con el mayor escándalo de corrupción del sexenio, Ignacio Ovalle Fernández, es apóstol de la honestidad lópezobradorista.
Usted sabe la historia:
Cuando Mexicanos Contra la Corrupción descubrió el fraude en Segalmex, ante el cual la estafa maestra se difuma, Ovalle fue envuelto con el manto presidencial.
Tras ser exhibido, Ovalle Fernández cedió el cargo en manos del sudcaliforniano Leonel Cota Montaño, pero él fue enviado al Instituto Nacional para el Federalismo y Desarrollo Municipal.
Es el organismo coordinador de políticas del gobierno federal y, reza su folletería, de “contribuir a la profesionalización de las personas servidoras públicas municipales y al desarrollo institucional de los gobiernos locales”.
También se encarga de “fortalecer la formación de especialistas que (…) puedan ayudar a las administraciones a brindar servicios públicos de calidad, eficiencia y honestidad para bien de la sociedad”.
ODIO A LA VIGILANCIA
¿Quién de calidad certificada para esa tarea?
Ignacio Ovalle Fernández a juicio del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues le asignó ese encargo el 19 de abril de 2022 y le dio posesión el entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
El asesora a dos mil 469 municipios y capacita a alcaldes, administradores y auditores para el buen manejo de los recursos del pueblo.
Pero la administración y rendición de cuentas es una tarea ingrata. Dice Ovalle Fernández a sus ilustrados:
“Alguien me dijo un día que a nadie le gusta ser fiscalizado o vigilado. Y sin embargo, debiéramos dar gracias de la fiscalización…”.
El beneficio es doble:
-“…que los recursos del gobierno federal, que son recursos de la población recaudados por impuestos, derechos, aprovechamientos, cumplan la función para los que han sico concebidos.
“Es decir, beneficia a la población”.
-“…hay un segundo beneficio que deben agradecer los funcionarios… Aprender a hacer de la mejor manera las cosas les va a ahorrar penalidades y problemas en el futuro…”.
El y su paso por Segalmex son el mejor ejemplo documentado de su prédica.
Y CRISIS SIN SOLUCIÓN
El próximo año no pinta bien en materia de salud.
Poco importará la megafarmacia ordenada por el presidente Andrés Manuel López Obrador porque no hay garantía de abasto de medicamentos.
Esto sucede cuando la vacuna Pfizer es devorada por mexicanos hartos de ser sometidos a los yugos ruso –Sputnik– y cubano –abdala-, ambas sin plenos reconocimientos mundiales.
La realidad es la siguiente:
Hay una licitación en curso para 800 claves para transitar de año, pero no se ha previsto la compra para el cambio de administraciones.
Hablamos de un mercado necesitado de mil millones de piezas para cuya elaboración se requieren meses o años de petición, concursos y producción.
Ante este futuro previsible, las organizaciones de laboratorios –Canifarma, Amelaf, Farmaindustria, etcétera- buscan información para adelantarse a pedidos.
Pero es imposible cuando no hay planeación y la próxima administración puede comenzar con el signo del sexenio, la improvisación.