Libros de ayer y hoy
· El Frente se zancadillea solo: candidaturas por cuotas
· Reparte los estados y postula sin recurrir a encuestas
· Acapulco: los empresarios borran el me canso ganso
Las cúpulas partidistas mandan.
Los de oposición idearon un proyecto democrático, atractivo por su alianza con organizaciones sociales, pero su marcha tropieza a cada paso.
Primero, cuando se trataba de proyectar un candidato presidencial, dieron cabida a personajes de baja monta cuyo final fue desprestigiar el proceso.
Luego, cuando ese primer paso llegaba al final, las dirigencias quisieron perfilar a cuadros suyos para competir entre sí.
Santiago Creel por el PAN, Beatriz Paredes por el PRI y Miguel Mancera por el PRD, pero fueron desbarrancados por la personalidad de Xóchitl Gálvez.
Mujer sin partido, mucha gente la identifica con Acción Nacional sin saber un dato clave: la nomenklatura azul, encabezada por el comité de Marko Cortés, no la aceptaba.
Ella se impuso a fuerza de arrastre popular, suma de organizaciones no partidistas y al final un desenlace no esperado: el dirigente priísta Alejandro Moreno, Alito, le dio su respaldo en demérito de Beatriz Paredes.
Un caso singular:
Cuando ella era presidenta del partido, le pidió declinar en Campeche a favor de Fernando Ortega Barnés, cuya campaña triunfadora dirigió.
Esta vez él pidió a la tlaxcalteca dejar pasar a Xóchitl Gálvez bajo un argumento inocultable:
-La mano negra del gobierno y de Morena amena con ensuciar nuestro proceso.
ESCASO PODER
Cuando le pregunté si Xóchitl Gálvez llegaba maniatada, Alejandro Moreno me contestó:
-No lo dudes. Ella es la coordinadora y debe asumir esa responsabilidad.
Pero le han puesto muchos retenes.
De entrada, PRI, PAN y PRD se han repartido las candidaturas a todos los niveles: a gobernadores, a jefe de Gobierno de la Ciudad de México, a senadores, a diputados federales, a alcaldes de las capitales…
Ayer lo confirmó Marko Cortés:
Se repartirán posiciones los tres partidos.
Las candidaturas a ocho gubernaturas y la capital se repartirán así: mujeres en Chiapas, Tabasco, Jalisco, Morerlos y Guanajuato.
Los estados más difíciles, acaso con la excepción -con bemoles- de Guanajuato.
Y hombres, obvio, en el resto: Ciudad de México (¿dedicatoria a Santiago Taboada), Veracruz, Yucatán, y Puebla (délo por hecho: el alcalde poblano Eduardo Rivera Pérez, muy competitivo por cierto).
Al margen del género, el Frente Amplio por México (FAM) se juega su suerte y de los mexicanos con distribución partidista: PAN en la capital, PRI en Veracruz (un Yunes, José o Héctor), Morelos y Chiapas.
Al PRD le dejan Tabasco, aunque quién sabe si encuentre un militante presentable.
Con ese reparto, ¿será opción el Frente en 2024?
Salvo dos o tres excepciones, usted responda.
DINERO HABLA
1.- Los empresarios hacen mil esfuerzos por enfiar el me canso ganso presidencial.
López Obrador quiere inaugurar la reconstrucción en diciembre próximo, lo cual no será posible salvo pantomimas como la hechas con el AIFA, Dos Bocas y el Tren Maya.
Tal vez reabra una parte, como Acapulco Diamante.
Y 2.- el reparto de responsabilidades está claro.
En lo mediático los trabajos han sido encomendados a la secretaria María Luisa Alcalde y, como debe ser, la gobernadora Evelyn Salgado.
Ellas serán la cara informativa, pero atrás estará el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, con lo más importante: buscar recursos para hacer posible la rehabilitación.