Sufrió accidente en servicio y nunca pensó en dejar Cruz Roja Culiacán

CULIACÁN, Sin., 24 de junio de 2024.- Filiberto Lozoya Díaz paramédico veterano con más de 37 años como voluntario de la Cruz Roja Delegación Culiacán, dijo que a él le tocó cuando la benemérita institución estaba totalmente militarizada y no cobraba ningún servicio, algo que se fue perdiendo poco a poco al paso de los años.

Menciona que muchas personas critican a la Cruz Roja por el hecho de que ya no es totalmente gratuita y ahora cobra, a lo que menciona que es por necesidades que se tienen y por el hecho de que el material médico y de curación está caro.

Además asegura que con lo obtenido en la colecta anual no alcanza para cubrir todos los gastos.

Lozoya Díaz recordó un momento muy difícil en su vida como socorrista cuando al estar en servicio y al ir a bordo de una ambulancia atendiendo a una persona enferma, fueron impactados por un camión de pasajeros foráneos en la esquina de Juan José Ríos y Obregón.

Los heridos que trasladaban salieron corriendo mientras que los paramédicos quedaron muy heridos incluso prensados y con fracturas después del choque.

“Los heridos salieron corriendo y nosotros nos quedamos hay fracturados y prensados, al momento de voltearse yo quedé prensado de mis pies, todos dicen que yo gritaba ¡sáquenme ya, sáquenme!, pero yo no recuerdo nada, ya que solo sentí que cerré y abrí una cortina. Ya habían pasado tres días cuando desperté en el Seguro lleno de vendas, ya que se me abrió toda la frente, mis compañeros pensaron que después de este accidente yo ya no iba a volver, pero yo seguiré en la Cruz Roja hasta que me muera”, dijo Lozoya Díaz.

Explicó que no sintió dolor, solo vio pasar su vida en un instante en donde también dice que pensó en sus hermanos, los amigos, la escuela, en la Cruz Roja y a pesar de que sus compañeros no son hijos de los mismos padres, se convirtieron en sus hermanos, ya que ocupo mucha sangre y todos le querían donar en su momento más crítico.

Actualmente ese episodio lo recuerda con alegría y sobre todo lo motiva para seguir con su vida para continuar instruyendo, apoyando a las nuevas generaciones de paramédicos y a la misma sociedad.