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Debemos legisladores fortalecer 4T con iniciativas de ley: Saúl Monreal
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 19 de diciembre de 2024.- El asesinato de Jesús Eduardo Franco Lárraga, alcalde de Tancanhuitz, San Luis Potosí, tendrá un lugar especial en la oscura memoria política de la Huasteca Potosina, que ya de por sí había dejado de ser el sitio apacible que muchos recordamos.
Lo ocurrido el pasado domingo en la carretera Valles-Tamazunchale nos recuerda dos cosas: la primera, que en cualquier parte del país es posible matar impunemente y la escena más sangrienta se olvida a los pocos días, o sea que se ha normalizado; y dos, se expone la vulnerabilidad de quienes deciden ocupar un cargo público a cualquier nivel, incluyendo pequeños Ayuntamientos como Tancanhuitz, con altos niveles de pobreza y sin presupuesto que alcance para combatirla.
Este reducto enclavado en la serranía huasteca, atraviesa -a tientas- una densa niebla de incertidumbre, no solo no hay alcalde, sino que nadie, pese a las normas constitucionales dictadas para estos casos, quiere ocupar el puesto.
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