Indicador político
Acababa de fallecer la señora Mónica Pretelini Sáenz, el viudo, Enrique Peña Nieto y sus tres hijos: Paulina, Alejandro y Nicole fueron invitados a las playas de Baja California Sur para observar las ballenas. El anfitrión: Eustaquio de Nicolás Gutiérrez.
La empresa desarrolladora de vivienda Homex, fundada en 1989, estaba en pleno apogeo y Eustaquio, condiscípulo de Enrique, en la Universidad Panamericana, no escatimaba en disipar gastos con quien en ese entonces era gobernador del Estado de México, con proyección hacia la presidencia de la República.
Ambos había vivido juntos en la década de los ochenta en la colonia Florida, un suburbio residencial colonial de la Ciudad de México, donde las rentas oscilaban entre los 50 mil y 75 mil pesos en departamentos de tres recámaras.
De Nicolás Gutiérrez no le perdió la vista a Peña Nieto, así que cuando éste alcanzó la presidencia de México, fue invitado permanente a navegar las aguas del Golfo de California.
Las crónicas periodísticas del periodo presidencial narran, por ejemplo, que en 2012, Peña Nieto visitó el Hotel de la empresa Homex In at Loreto Bay, cuando la empresa de Eustaquio de Nicolás había reportado venta de 52,486 casas.
Hay una fotografía en Google en donde aparecen Peña Nieto, De Nicolás y al alcalde de Loreto, Jorge Alberto Avilés Pérez, con información turística.
Pero, un año después, Homex empezó a recibir demandas por incumplimiento de pagos y sus acciones iban a la baja. La Procuraduría Fiscal de la Federación presentó en agosto de 2013 tres denuncias en contra de Eustaquio de Nicolás ante la PGR por defraudación fiscal calculada en 149.5 millones de pesos (expedientes números 419/2013, 448/2013 y 449/2013).
En dos de esas querellas, sed acusó al empresario sinaloense de haberse quedado con los impuestos que descontó a sus trabajadores y que debían haberse entregado al fisco.
No obstante esas denuncias, la empresa de Eustaquio recibió contratos del gobierno federal por más de 700 millones de pesos. Y de allí en adelante siguió aprovechando la confianza de Enrique Peña Nieto. Los contratos los recibía a través del subsecretario de Comunicaciones y Transportes, Raúl Murrieta Cummings hasta 2016. El titular de la SCT era Gerardo Ruíz Esparza.
Pero, la fortuna de Eustaquio de Nicolás se vendría abajo conforme descendía el sexenio de Peña Nieto. En 2014, Homex fue suspendida de la Bolsa Mexicana de Valores y de la New York Stock Exchange.
A principios de 2016, el empresario sinaloense anunció su salida de la presidencia del consejo de administración de Homex. Sin embargo, en la BMV siguió apareciendo su nombre como tal.
En 2013, de Nicolás solicitó un crédito, no especificado, al banco de Comercio Exterior (Bancomext), cuyo consejo directivo era presidido por Luís Videgaray Caso, quien además fungía como secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Y el primero de abril de este año, se reactivó la denuncia previa por fraude cometido con los recursos de Bancomext y el día 2 se giró la orden de aprehensión contra el empresario sinaloense. La averiguación previa de su caso se le identifica como UEIDFF/FINM19/294/2014, con la causa 98/2022.
El jueves 28 de abril de este año, Eustaquio de Nicolás Gutiérrez fue detenido en Guadalajara y trasladado al Reclusorio Oriente de la Ciudad de México. Tenía 10 órdenes de aprehensión solicitadas por la Fiscalía General de la República por delitos de delincuencia organizada y operaciones de procedencia ilícita.
Procedía de Madrid, España donde había visitado al ex gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel y ahora flamante embajador de México en España.
Casualmente, Quirino, antes de terminar su gobierno en Sinaloa, rescató el complejo inmobiliario Homex en Culiacán con un costo de 600 millones de pesos. Ordaz Coppel afirmó que esa unidad administrativa fue adquirida a Inbursa en 150 millones de pesos y que le invirtió 450 millones en remodelación y acondicionamiento. Actualmente alberga cinco secretaría y otras dependencias descentralizadas.
No cabe duda, de que están cortados con la misma tijera y de la misma tela Enrique Peña Nieto, Quirino Ordaz Coppel, Eustaquio de Nicolás y esos condiscípulos egresados de universidades privadas donde los costos semestrales son superiores a los 90 mil pesos.
¡Ah pillos!