
Señala PAN gravísimo retroceso por aranceles de EU
CULIACÁN, Sin., 5 de marzo de 2025.- El inicio de la Cuaresma no ha traído el repunte de ventas esperado para algunos locatarios del mercado de Culiacán dedicados a la venta de pescados y mariscos.
Mientras algunos comerciantes tienen esperanzas en que la temporada mejore, otros consideran que la tradición de consumir estos productos ha perdido fuerza con el paso de los años.
Manuel Osuna, dueño del puesto de pescados Osuna, mencionó que aunque la afluencia de clientes ha mejorado en comparación con años anteriores, marcados por la pandemia y la inseguridad, las ventas aún no alcanzan los niveles esperados.
“Este fin de semana hubo un poco más de movimiento. Esperamos que esta Cuaresma sea buena, porque en años pasados el Covid-19 y ahora la inseguridad han afectado mucho al mercado. Afortunadamente, la gente está regresando poco a poco.”
Por su parte, Carlos de Dios, otro comerciante del mercado, considera que la venta de mariscos en esta temporada ya no es como antes y que la tradición de consumir pescado en Cuaresma ha disminuido.
“Antes la gente respetaba mucho la costumbre, pero ahora ya no. Solo algunos siguen la tradición los viernes, pero en general ya no hay el mismo interés. Además, ahora hay muchas pescaderías por toda la ciudad, y eso ha hecho que la gente ya no venga al mercado.”
Entre los compradores, la principal preocupación es el costo de los productos del mar.
Marisol Juárez, ama de casa, explicó que el precio de los pescados y mariscos varía, y muchas familias deben ajustarse a su presupuesto.
“Depende del bolsillo de cada persona. Hay pescado desde 50 hasta 400 pesos el kilo. Algunas personas compran lo más barato, como lisa o atún enlatado, mientras que otras pueden darse el lujo de comprar pulpo o callitos.”
Yulisa Fonseca, otra clienta del mercado, coincidió en que los precios están elevados, pero aun así, muchos hacen el esfuerzo por mantener la tradición.
“Sabemos que los costos han subido, pero tratamos de comprar, aunque sea un kilo de lonja de pescado, camarón o atún. Es parte de la tradición y hacemos lo posible por mantenerla.”
En general, tanto comerciantes como clientes reconocen que la Cuaresma sigue siendo una temporada en la que se incrementa el consumo de mariscos, aunque las ventas ya no son como antes y la economía de cada familia juega un papel clave en las compras.