
Itinerario político
Después de la Suprema Corte declaró inválida la primera
parte del Plan B promovido por el presidente López
Obrador, por presentar evidentes fallas cometidas en el
proceso legislativo, de produjeron reacciones de
prominentes personajes afines a la 4T, que, la verdad sea
dicha, parecieron sobredimensionadas y agresivas.
Y ese tono discursivo refleja ya una profunda preocupación
del grupo en el poder por el momento de debilidad que vive
el actual gobierno.
Ayer en su conferencia mañanera el presidente López
Obrador descalificó, con una rudeza innecesaria, a los nueve
ministros que votaron a favor del proyecto presentado por
el ministro Pérez Dayan. El mandatario les dijo a los
juzgadores hasta de lo que se iban a morir.
Esa condena presidencial era una narrativa altamente
predecible.
Pero la invasión a la división de poderes del secretario de
gobernación, Adán Augusto López, además de adjudicarles
fuertes y denigrantes calificativos, les advirtió a los
ministros que se verían en el Plan C que se realizaría en las
urnas.
“Nueve ministros pasaron por encima de la voluntad
democrática expresada por los representantes populares.
No hay de otra: Plan C en las urnas”: Adán Augusto dixit.
Siempre el habitante del palacio de Covián ha sido el
conductor de las relaciones de concordia y diálogo entre los
principales actores políticos del país.
Mario Delgado fue uno de los personajes de la 4T que se
mostró más alterado.
Nervioso, alterado, sin mesura política, se lanzó contra la
decisión de la Corte con adjetivos de hígado y no con
razones sólidas.
Sus declaraciones nunca fueron las de un dirigente político
que busca una competencia democrática civilizada, sino que
sus agravios se manifestaron solamente como las de un
servidor incondicional del poder en turno.
Lamentable, otra vez, Mario Delgado.
En otra latitud desconcertada de la 4T se dio la embestida
que la Corte sufrió desde la Consejería Jurídica de la
presidencia a cargo de María Estela Ríos González.
El agudo columnista Francisco Garfias reseñó esa
narrativa de manera puntual:
“La víspera de la histórica sesión en la Corte hizo
público un comunicado en el que aseguró que, al
invalidar la primera parte del plan B, los ministros se
adjudican atribuciones que son del Poder Legislativo.”
La percepción que se tiene de esas
sobredimensionadas reacciones de la 4T al conocer el
revés a la primera parte del Plan B, más que fueron
actitudes esperadas, son señales que en los altos
círculos de la 4T se tienen ya peligrosas de que están
al borde de un ataque de nervios.
Y en política, regularmente, el que se enoja, o se
desconcierta, pierde.