Indicador político
No se hagan bolas: es Dante
Al partido Movimiento Ciudadano (MC) no le queda mejor opción que Dante Delgado para competir en la elección presidencial de 2024.
De sus cartas iniciales, solo sobrevive la que tiene su rostro. Las otras quedaron en el camino, por descartarse o porque les cerraron el paso. Luis Donaldo Colosio prefirió esperar la competencia de 2030. Enrique Alfaro decidió que lo mejor era permanecer en Jalisco a terminar su sexenio. Marcelo Ebrard se quedó como el perro de las dos tortas. Y Samuel García apenas si probó la precandidatura, presuroso regresó al gobierno de Nuevo León al ver que le podían tender una trampa sus adversarios, acusarlo de manejo irregular de recursos públicos para fines promocionales, como él lo hizo con su antecesor Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”.
El sueño de que tendría candidato maravilla se esfumó.
Patricia Mercado, quien ya fue alguna vez candidata presidencial, se descartó en la primera oportunidad. Lo mismo hizo la ex gobernadora Amalia García. La senadora Indira Kempis se atrevió a inscribirse como aspirante y la eliminaron desde la cúpula naranja.
Tampoco tendría posibilidades el diputado Jorge Álvarez Máynez, citado como opción de última hora. No es conocido, no sobresale en ninguna encuesta, ni en las que paga su partido.
Ante ese escenario, Dante Delgado solo tiene en mano la carta con su propia imagen. La va a utilizar. No hay duda que es la figura más preponderante de su partido, como fundador y líder.
Ha sido diputado, senador y gobernador. También embajador de México en Italia y procurador agrario, entre otros cargos públicos. Ningún otro tiene un perfil parecido en MC.
Presume que su movimiento gobierna Jalisco y Nuevo León, dos de los tres estados más importantes del país, así como sus respectivas capitales.
Cree Dante que su fuerza política es autosuficiente, que no necesita de ninguna alianza para competir. Por eso el desaire a la triada PRI-PAN-PRD, con la que no quiere ir ni a la esquina, al considerar que más vale solo que mal acompañado.
De nada sirvieron los ruegos de grupo opositor y tampoco surtieron efecto las críticas de que sirve a los intereses del partido en el poder, para restarle votos a la derecha, en los próximos comicios.
Es un hecho y está a la vista que su partido no tiene estructura nacional. Eso explica que se haya ausentado de las elecciones recientes en el estado de Coahuila, como si no existiera.
Si bien Dante es la figura dentro de MC, afuera no es lo popular que quisiera ni tiene carisma para atraer masas. Nadie le niega su capacidad para fundar un partido y conservarlo con financiamiento público. Ha sido astuto para aprovechar cuadros de otras organizaciones.
Sin embargo, Movimiento Ciudadano no ha dejado de ser partido pequeño y no hay señales de que vaya a crecer, mucho menos al punto de competirle a quienes abanderan a Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.
A lo más que podría aspirar sería a conservar el registro con alguna presencia en las cámaras de Diputados y Senadores, siempre y cuando no se equivoque o diga algo que la gente repruebe.
Por lo pronto, no se hagan bolas, es Dante.