Indicador político
Arturo Zárate Vite
Periodista, juez, magistrada y Corte.
La prudencia del juez Alfredo Silva Juárez, titular del Juzgado Primero de
Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de México, evitó una
atrocidad mayúscula en el caso de este columnista, perseguido y agredido
desde el sistema de justicia.
Recibió la instrucción de proceder contra el periodista, toda vez que se había
levantado la suspensión que lo protegía para llevar a cabo su defensa en
libertad.
Para la magistrada Graciela Guadalupe Rodríguez Escobar, del Primer
Tribunal Colegiado de Apelación en Materia Penal, el proceso estaba
concluido y por lo tanto procedía la ejecución de sentencia, aun a sabiendas
de que todavía existía como última instancia la Suprema Corte de Justicia de
la Nación (SCJN).
Resolvió cerrar el caso en diciembre pasado, en periodo vacacional, cuando
juzgadores y abogados disminuyen actividades, salvo las urgentes y
apremiantes.
Las notificaciones a las partes involucradas se realizaron de inmediato.
De no estar alerta los defensores, el periodista estaría encerrado, en espera
de aclaraciones, correcciones y justicia.
Para hacer frente al despropósito del colegiado de apelación, los abogados
Héctor Rojas y Esteban Flores interpusieron cuatro recursos: revocación a lo
resuelto por la magistrada, amparo, queja y Recurso de Revisión dirigido al
máximo tribunal de nuestro país.
La magistrada Rodríguez Escobar, como juez y parte, desechó el juicio de
amparo. Imposible que prosperara el amparo contra lo que ella misma había
resuelto.
El desahogo del recurso de revocación contra el cierre del proceso tomaría su
tiempo. La magistrada no se apresuraría a revisar lo que cuestionaba su
propia decisión.
Lo que no pudo impedir es que el Recurso de Revisión llegara a la Suprema
Corte de Justicia de la Nación. Entonces actuó con celeridad para cubrir lo
hecho de manera ilegal. Reactivó la suspensión y protección para el
periodista.
La queja contra la magistrada se desvaneció al corregirse el error.
En un primer momento, el juez Alfredo Silva Juárez procedió a dar
cumplimiento a lo ordenado por el tribunal colegiado de apelación, sin
apresuramiento, respetando los tiempos legales.
No actuó con la rapidez que quizás quería la magistrada, para que el caso
acabara como parecía planeado, con el periodista encerrado y complicando
su defensa.
Probablemente el juez se percató que algo andaba mal. Si bien los juzgadores
están obligados a obedecer instancias superiores, no se trata de que se
avienten de cabeza al precipicio, porque se volverían cómplices y validarían
una acción irregular.
El juez fue prudente y, en el lapso que la ley le daba para hacer su trabajo,
recibió nuevo oficio del tribunal colegiado, en el que se le pedía cancelara el
trámite iniciado.
Quedaba claro que el periodista estaba en todo su derecho de acudir a la
Corte.
La magistrada rectificó, consciente de que sus decisiones no pueden
brincarse al máximo tribunal, aunque su acción ilegal, había dañado al
periodista y a su familia.
El Recurso de Revisión fue admitido en la Corte a través de acuerdo firmado
por la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández. Se turnó al ministro
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena para la elaboración del proyecto de resolución,
que en su oportunidad será evaluado y votado por todos los integrantes de la
primera sala del máximo tribunal: Alfredo, Ana Margarita Ríos Farjat, Jorge
Mario Pardo Rebolledo, Juan Luis González Alcántara Carranca y Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea.
Medios de comunicación, organizaciones civiles, comunicadores, defensores
de los derechos humanos y legisladores se han sumado al reclamo de justicia
del periodista, al advertir graves violaciones a los derechos humanos en el
proceso penal, en el que ya ha obtenido dos resoluciones de inocencia.
Corresponderá a la Corte hacer análisis detallado del asunto.
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