
Desde el 2022 Sinaloa recibió más de 127 mdp para atender desapariciones
CULIACÁN, Sin., 14 de julio de 2025.- Obed Jair nació con el siglo y murió en una guerra que llegó hasta su tierra.
Soldados desconocidos quisieron salvarlo, pero él no soportó las heridas.
Los médicos declararon su muerte la noche del viernes 11 de julio de 2025.
Era paramédico de la Cruz Roja en Navolato y servía en la base de Altata, apenas tenía 25 años.
Este domingo, su familia, amigos y compañeros paramédicos lo despidieron y Obed Jair escuchó su último pase de lista.
En la base de Altata se mencionó su nombre, luego aparecieron los aplausos y el traslado de sus restos al cementerio de la comunidad, a bordo de una ambulancia.
Lo privaron de la libertad ahí mismo, en Altata, el pasado 11 de julio.
Luego los marinos lo encontraron herido en un lugar que aún se desconoce oficialmente.
Dicen que tenía seis heridas de bala y por tal motivo lo llevaron al Seguro Social de Costa Rica, en Culiacán, a donde llegó sin signos vitales.
Al día siguiente de su muerte, por la mañana, apareció la esquela “Vuela alto querido Obed… Te vamos a extrañar amigo…”.
El mensaje fúnebre salió desde la Cruz Roja de Navolato.
“Todos los que tuvimos el honor de conocerte sabemos el gran ser humano que siempre fuiste, con valores y principios”, indicaba.
Hubo una segunda esquela, pero esta de Cruz Roja delegación Sinaloa.
“Lamentamos profundamente el fallecimiento de nuestro voluntario TUM-B Obed Jair Reyes López… Deseamos pronta resignación a sus familiares, amigos y seres queridos en estos momentos difíciles”.
En la memoria colectiva queda el recuerdo del crimen y una Cruz Roja acongojada, dolida.
Atravesada por otra tragedia y el luto renovado en las calles, en las casas, en las familias.