Indicador político
¿Triunfo Apoteósico o Fraude Descomunal?
“La peor de las democracias es mil
veces preferible a la mejor de las
dictaduras.” Ruy Barbosa.
Las cifras del PREP dadas a conocer la madrugada del 3 de junio, sorprendieron a opositores,
al dar un apabullante triunfo a Morena, PT y Verde Ecologista, en la elección presidencial de su
candidata, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, quien, sin duda, será la primera mujer en la
historia nacional que ocupará esa posición, cuenta con doctorado en ingeniería ambiental, es
egresada de la UNAM y su carrera política, del 2006 a la fecha, ha sido bajo el amparo de
Andrés Manuel López Obrador.
El retraso en dar a conocer el PREP, más las fallas técnicas que afectaron al sistema de
cómputo, crearon desazón entre la ciudadanía; a la medianoche, Guadalupe Taddei dio el
tercer mensaje sobre la jornada electoral con los datos del PREP, realizado por un Comité
Técnico Asesor integrado por científicos expertos quienes con base en un muestreo menor al
1% de las casillas hacen proyecciones estadísticas de los resultados con 95% de probabilidad.
La funcionaria electa por tómbola, criticada por presentar gestos proclives a Morena,
Guadalupe Taddei, dio a conocer que Sheinbaum Pardo, de la Coalición “Sigamos Haciendo
Historia”, era la virtual ganadora al obtener entre el 58.3 y el 60.7% de los votos; muy por
encima del 26.6/28.6% de los sufragios a favor de Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, de la Coalición
“Fuerza y Corazón por México”; y del 9.9/10.8% de la votación recibida por Jorge Álvarez
Maynez, de Movimiento Ciudadano.
No se critican las cifras que Taddei tenía que dar sobre los resultados del PREP en la elección
presidencial ni sobre la participación ciudadana, estimada entre el 58.9 y el 61.7% de la Lista
Nominal de Electores, sino la premura para dar a conocer a la ciudadanía los rangos de
votación obtenida por cada partido político para integrar el Congreso de la Unión, esto fue un
exceso de la autoridad electoral, que aumentaron las dudas sobre la independencia de la
presidenta del INE.
Ante un público expectante, la funcionaria abundó sobre número de diputaciones y senadurías
obtenidas por cada partido político, por mayoría relativa y la asignación de plurinominales,
cuando aún no se conocían los resultados finales del PREP.
Como si ella, el árbitro de los comicios, fuera parte de la estrategia gubernamental de sentar
una narrativa que dejara inerte a la oposición frente a un triunfo apoteósico del oficialismo: se
ganó la presidencia, pero también el premio mayor, anhelado largamente por AMLO para
cambiar la Constitución y consolidar programáticamente un nuevo régimen político que dejar a
su sucesora.
El probable regreso del partido hegemónico y del régimen monopólico ha sido muy cuestionado
por intelectuales, historiadores y ciudadanos -connacionales y extranjeros–, porque supone un
retroceso, pérdidas en libertades, garantías y derechos humanos, seguridad social y educación,
etcétera.
Ante la posibilidad de un régimen sin contrapesos, la reacción en mercados internacionales fue
negativa. Para contener la incertidumbre, el oficialismo se apresuró a anunciar la permanencia
de Rogelio Ramírez de la O en la Secretaría de Hacienda. Y AMLO aprovechó para precisar
que él no tomará las decisiones del próximo gabinete, solo influirá.
Aunque Sheinbaum llega con alrededor del 60% de votos, existe un 40% de ciudadanos –más
de la tercera parte de la población sufragante– que votó por otras opciones-. La oposición tiene
ante sí el reto de lograr su representación legal, justa y equitativa en el Congreso, con apego a
la voluntad popular.
Esa debe ser la lucha pioritaria que deberá librar la alianza del PRI, PAN y PRD y a la que
debiera sumarse MC, amenazado ahora por Morena y aliados con quitarle su virtual triunfo en
la gubernatura de Jalisco.
Apoderarse de la mayoría calificada en el Congreso mediante la aplicación de fórmulas
inconstitucionales que sobrerepresenten a los partidos aliados Verde y del Trabajo
asignándoles indebidamente 8% de votos adicionales a los obtenidos en actas, sería
consolidar un fraude descomunal a la Constitución.
Así lo externó el analista y experto electoral Jorge Alcocer, quien había alertado antes de las
elecciones sobre indicios de que corría un plan diseñado por el oficialismo para obtener ventaja
electoral de dos dígitos para Claudia Sheinbaum, mantenerse 6 años más en la presidencia y
cooptar al poder legislativo.
La senadora Xóchitl Gálvez, aspirante presidencial de la alianza derrotada, sorprendida y
atónita, rodeada de los inexplicablemte pasivos presidentes de los partidos políticos que la
postularon, dio un mensaje de reconocimiento al triunfo de Claudia Sheinbaum que generó
desilusión y rabia entre sus seguidoras y seguidores quienes esperaban cuando menos hiciera
alguna denuncia de la inequidad en la contienda.
El día después anunció que impugnaría los resultados electorales, dijo que reconoció su
derrota porque es una demócrata, pero denunciará la elección inequitativa, la intervención
presidencial y del aparato del Estado para favorecer a la candidata oficialista, así como la
intervención del crimen organizado, llamó a la unidad a no claudicar, “somos la resistencia y
debemos defender México del autoritarismo y el mal gobierno”. Bien por su reacción.
La oposición, a partir de hoy, en forma decidida deberá defender en los cómputos distritales la
voluntad expresada en votos de sus seguidores, quienes entusiastamente han luchado por un
régimen democrático, una autoridad electoral independiente y un país donde sea prioritario
acabar con la violencia, entre otros objetivos. Montesquieu, el filósofo francés, afirmó: “Para
que no se pueda abusar del poder, es necesario que, por la disposición de las cosas, el poder
detenga al poder”.
El pueblo votó, dos de cada tres votos fueron para Morena y sus partidos coaligados, para así
prolongar el régimen de bienestar y de combate a la pobreza, entre otros postulados ; pero uno
de cada tres votos fue para la coalición PAN, PRI y PRD, para que a través de la
representación obtenida mediante el voto y de acuerdo a la Constitución vigente, se integren en
un Congreso plural.
El pueblo es sabio, y votó el 2 de junio por mantener un equilibrio, al no darle en las urnas la
mayoría calificada al partido dominante evitó la concentración excesiva de poder. Si se cumple
la ley,como debe ser, el gobierno virtualmente electo de la presidenta Claudia Sheimbaun
tendrá en la oposición legislativa un dique de contención a pretensiones de querer imponer
estructuras dictatoriales, que en el pasado causaron mucho daño al país.
Es momento de la conciliación nacional, ya pasaron las elecciones, ahora hay que hacer
respetar los resultados electorales. México nos necesita a todos, unidos, sin confrontaciones. A
la doctora Claudia Sheinbaum, presidenta virtualmente electa no le conviene heredar el estilo
personal de gobernar de López Obrador ni adoptar su política de “divide y vencerás”, urge un
proyecto de gobierno que nos represente a todos, no sólo a quienes votaron a favor de Morena
y aliados.