Indicador político
La moneda está en el aire
La democracia no es una meta que se pueda
alcanzar para dedicarse después a otros objetivos;
es una condición que sólo se puede mantener si todo
ciudadano la defiende: Rigoberta Menchú
La altísima participación lograda en las marchas y mítines del pasado domingo
18 de febrero en más de un centenar de ciudades del país demuestra que la
ciudadanía dejó atrás la apatía y decidió luchar por mantener un régimen
democrático y el presidente, pese a las encuestas y su supuesto alto índice de
aprobación, fue el mayormente abucheado como #NarcopresidenteAMLO.
En su eterno martirologio proselitista, López Obrador acusó hoy públicamente
que #NarcopresidenteAMLO convertida en campaña de bots fue orquestada por
sus opositores y pide al INE intervenir.
Omite señalar que el caso no es un invento, surgió de notas periodísticas en
medios estadounidenses sin fines de lucro (Propública e Insinght), y que la gente
no es tonta, al menos ya el domingo escuchamos a cientos de miles de
personas que espontáneamente reprueban su relación “humanista” con la
delincuencia.
Si de investigar campañas de odio a través de redes se trata, ya existen
denuncias de algunas contra la candidata de la alianza Fuerza y Corazón por
México, Xóchitl Gálvez, comentó hoy el diputado panista Jorge Triana, quien
demandó se investiguen las “cuentas mascota” y “multiniveles”, pagadas por
Presidencia de la República.
La disyuntiva en estos momentos es clara y lo sabe la gente en contra del
segundo piso de la autollamada Cuarta Transformación. Lo dijo claramente
Lorenzo Córdova, único orador en el zócalo capitalino: “Estamos frente a un
proyecto de reinstauración autoritaria que quiere regresarnos a las épocas de un
partido hegemónico que pretende revertir muchas de las conquistas
democráticas que se han conseguido y que fueron precisamente las que les
permitieron llegar al poder”.
Aseveró que el actual presidente usó la escalera de la democracia construida a
través de 40 años para llegar a la presidencia y, ahora quiere destruirla.
¿Cómo contradecir tal aseveración? Además de la polarización constante entre
quienes están a su favor –el pueblo– y los que no –adversarios– la andanada de
descalificaciones del primer mandatario hacia los ciudadanos que participaron
en las marchas no corresponde a un gobernante de una nación como México, ni
a un hombre de Estado: fachos, ladinos, deshonestos, corruptos, manipulados
por gente sin autoridad moral y camajanes –vividores–, etcétera.
La candidata oficialista, Claudia Sheimbaum, luego de registrar su candidatura
presidencial ante el INE, se lanzó también en contra de quienes marcharon por
la democracia, al afirmar que entre ellos hay falsedad e hipocresía. Parece ser
que las palabras de la aspirante más que ganar adeptos sólo buscan halagar al
Tlatoani ¿Será que se encuentra hipersensible porque el final se acerca ya?
Las descalificaciones groseras del presidente de todos los mexicanos y sus
correligionarios a quienes participaron en la ejemplar marcha ciudadana citada
en los principales medios del mundo son, cuando menos inapropiadas; no se
justifican ni las dirigidas a dirigentes o militantes partidistas quienes asistieron
para enarbolar causas ciudadanas, ellos al igual que cientos de miles de
personas ejercieron sus prerrogativas de ser ciudadanos de una nación
democrática, y fueron para exigir que así se mantenga.
Consolidar el llamado Plan “C” para los morenistas y aliados de Juntos Haremos
Historia es una propuesta amenazante para el régimen democrático actual, pero
por hoy debido a que no cuentan con los votos necesarios en el Congreso, las
iniciativas y sus foros de discusión son instrumentos de proselitismo electoral
para lucimiento del Jefe único de Campaña, quien actúa de manera ilegal, pero
ha sido consentido por las autoridades electorales que encabeza Guadalupe
Taddei, a quien la ciudadanía exige cumpla con garantizar equidad en la
contienda.
Los periodistas funcionales repiten como tarabillas la mentira de que la noticia
falsa de que la gente protestó “engañada” porque creen se reformará el artículo
139 Constitucional que desaparece la propiedad privada, eso no es cierto y el
artículo es inexistente, pero aludir esa información que circula hace mucho en
redes es querer desviar la atención del objetivo de la protesta, no se deje
confundir.
Eluden mencionar la realidad: la gente marchó para defender la democracia,
protestar contra la inseguridad y la narcoviolencia criminal; exigir el cumplimiento
de la Constitución, la división de poderes y protestaron contra la desaparición de
los órganos autónomos.
De consumarse el paquete de reformas de AMLO, sus estructuras serán
absorbidas enteramente por el gobierno, tal como ocurría hace 30 años. El dique
de contención a los afanes autocráticos deberá conformarse en los próximos
comicios votando por opositores a la coalición de Morena, PT, PVEM, o se a
favor de la coalición Fuerza y Corazón por México que integran PAN, PRI y
PRD.
Actualmente en el Congreso los oficialistas no tienen la mayoría calificada
gracias a los resultados de 2021, más si la llegaran a obtener diputados y
senadores electos y se aprobara el paquete de reformas propuestas por AMLO,
adiós a elecciones libres; al derecho de amparo como garantía constitucional
ciudadana; a la transparencia que nos permite investigar y sancionar la
corrupción y vigilar el ejercicio presupuestal; ya no podría la Suprema Corte
anular una ley que va en contra de la Constitución, ni habría representación de
minorías en el Congreso, entre otros retrocesos.
Lo cierto es que el presidente de la República mantiene una campaña contra
todo lo que contradice su sentido autoritario de justicia: hoy acusó a la
presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ministra Norma
Piña, de dar “licencia para robar” a los jueces por instarlos a defender su
autonomía, lo cual es absurdo, atrás de muchas de estas liberaciones hay una
ineptitud por parte de las fiscalías para sustentar las acusaciones.
Si no es así, cómo podría explicarse que ayer el juez de amparo Juan Pedro
Contreras concediera a Emilio Lozoya Austin, exdirector de PEMEX, salir del
Reclusorio Norte y poder seguir su juicio en prisión domiciliaria, pues considera
que no existe riesgo de que se sustraiga de la acción de la justicia.
Claro que esta decisión hace quedar en ridículo a la Fiscalía General de la
República, supuestamente este es el caso de mayor peso contra la corrupción
del gobierno de AMLO en contra de un exfuncionario de la anterior
administración, presunto culpable de recibir sobornos de la brasileña Odebrecht.
Por más que señale el presidente con su dedo flamígero y su lengua injuriosa, si
no se sustentan los casos conforme a la ley, estos se caen.
A estas alturas sabemos que al presidente le gusta actuar sin contrapesos, por
eso cada día le da más tareas el Ejército, de forma que además de eludir el
escrutinio público, otra de sus fobias es rendir cuentas y como ya se le achicó el
tiempo en el Poder –su gobierno se acaba en 220 días– ahora los militares
darán mantenimiento a las carreteras. Pensará: “¿Por qué no? Ellos deben
obedecer a ciegas al comandante en jefe”, siendo también una forma de eludir el
escutrinio público.
El presidente acumula cada día nuevas razones para continuar con una elección
de Estado, sólo una incondicional y un grupo dogmático que obedece a ciegas al
líder por ensoñación o avaricia, podrá salvarlo del juicio que se avecina, y esa
rendición de cuentas, así como el ceñirse a las leyes vigentes, son
características que debemos defender en beneficio de la ciudadanía.
“La democracia nació de las luchas de la ciudadanía, es una obra colectiva, y su
defensa también es colectiva”, aseveró Córdova, extitular del INE entre 2014 y
2023, quien al defender la autonomía del organismo en sus dictámenes encaró
la ira presidencial y de sus secuaces quienes exhibieron ataúdes con nombres
de los Consejeros.
El colmo: Como premio, uno de los infractores (Félix Salgado Macedonio,
descalificado por el INE como candidato a gobernador de Morena) con la
bendición presidencial, pudo hacer gobernadora a su hija.
Sólo un ejemplo de cómo en México se registra un retroceso democrático. Por
esa y otras experiencias es que Córdova advirtió: “Si los autoritarios no
descansan, tampoco lo haremos quienes luchamos y defendemos la libertad, la
igualdad, los derechos y la democracia”.
Si nos atenemos a los hechos, los ciudadanos están en pie ¿quién ganará la
presidencia de la República y más de 20 mil puestos de elección popular el
próximo 2 de junio? pese a las cuentas alegres de los partidos oficialistas, y las
encuestas pagadas que presumen triunfos adelantados: la moneda está en el
aire.
Nadie debe ceder ante chantajes: el voto es libre y secreto; las pensiones son
derechos constitucionales que ningún partido político puede condicionar; los
servidores públicos no son peones de hacienda, sino ciudadanos con pleno
derecho a ejercer libremente el voto.