
Teléfono rojo
Gran aporte étnico en Sonora y Yaquis al frente
Se hace justicia a la gran etnia Yaqui, la de las grandes luchas, la enfrentadora de enormes avatares. La que quisieron destruir algunos gobiernos de antaño, pero que por el contrario la hicieron crecer. Desde el sexenio pasado con AMLO, se inició un programa de ratificación de las ofertas y obras dadas por Lázaro Cárdenas, tierras entre ellas, y en viajes a aquel estado el ejecutivo recalcó en una de esas ocasiones acompañado por el hijo del general, Cuauhtémoc Cárdenas, programas de apoyo. En esta ocasión la que estuvo presente fue la actual presidenta Claudia Sheinbaum, acompañada del gobernador del estado Alfonso Durazo, para entregar un hospital, como segunda parte del Plan de Justicia de los pueblos originarios. La étnia Yaqui hoy florece y desarrolla en 8 pueblos de cuatro municipios, con más de 50 mil personas.
CON LA YAQUI, HAY ADEMÁS OTRAS SEIS IMPORTANTES PRESENCIAS ÉTNICAS
A los que crecimos en el Valle del Yaquí, migrantes de otras latitudes del mismo estado de Sonora, la presencia en ese espacio es indeleble, sus tierras, sus sembradíos y la permanencia del indígena golpeado por la historia, pero recuperado por su propio talento. Es una más de las muchas etnias que luchan en el país y que lo hace el yaqui, en este caso, con otras seis etnias originales, Guarijíos, Mayos, Pimas, Seris, Pápagos y Cucapás, de las que se nutre el estado norteño. Los recuerdos perviven en una comida con el general Cárdenas a la edad de trece años, en uno de los pueblos yaquis rodeado por centenares de indígenas y la protección generosa del ex presidente a dos niñas que había llegado al lugar, a vender votos para un reinado en la secundaria.
LA YAQUI, ETNIA QUE SUFRIÓ GRANDES AGRESIONES Y NO SE RINDIÓ
La historia señala que cuando los yaqui tuvieron su primer encuentro en 1533 con el hijo de Nuño de Guzmán, la situación fue muy tensa. Décadas y siglos después esa primera impresión quedó sellada con una guerra entre indios y oficiales que llevó a la de perder a los primeros. Expulsados de sus entornos legítimos en el norte, fueron asesinados, humillados y despojados de sus tierras, por gobiernos que se acentuaron en la época porfirista. En la historia particular de Sonora están los nombres que más agredieron a los yaqui en complicidad con el gobierno federal y fueron también los que ajusticiaron al gran guerrero José Maria Leyva Pérez, el indio Cajeme. Así se llama el municipio, pero hace tiempo así se mencionaba también a Ciudad Obregón, que tiene el nombre del revolucionario.
DESDE OCHO PUEBLOS COMUNITARIOS APORTAN AL PAÍS
En el momento actual, dispersos en cuatro municipios de Sonora (aunque otros hablan de cinco) los yaqui aportan al país agricultura, ganadería y otras actividades. Viven en 8 pueblos comunitarios con sus propias formas de organización de gobierno, económica, social y religiosa. Cócorit, Bácum. Torím, Vícam, Pótam, Rahun, Huirivis y Belem, son esas comunidades que han sido centro algunas de ellas, de visitas presidenciales, Lázaro Cárdenas con un mensaje de apoyo y dotación de tierras en 1937 y varias visitas en décadas después y en el pasado sexenio Andrés Manuel López Obrador para ratificar esos apoyos. Con sus propios gobiernos definen sus actividades agrícolas, ganaderas y de pesca. Siembran maíz, trigo, cártamo, soya y alfalfa, tan importantes para el país en este momento. Con orgullo hablan de sus zonas serranas cercanas al famoso cerro El Bacatete, agrícolas con amplia extensión en el Valle del Yaqui o de su pesca en el Mar de Cortés. Si alguna etnia ha sido mentada, esa es la Yaqui. La respuesta ha sido como la definición de su idioma de “personas que hablan fuerte”. Habla que es parte de la familia pima, esa gran derivación del náhuatl con su lengua cahita con pocos riesgos en ese caso, como dicen los lingüistas. Es el Yuto-náhuatl que tanto mencionó indirectamente en su Vocabulario Sonorense, hoy muy renovado, Horacio Sobarzo. Hay importantes estudios de ese idioma, uno de los 68 que tiene México más revisados, sobre todo por doctores en lengua de la Universidad de Sonora y también se ha abordado la lengua Yaqui, desde sus famosos cantos y poemas. Parte de un canto yaqui:
Muchas flores bellas,
rojas, azules y amarillas.
“Vamos a pasear entre las flores”
El viento viene y mece las flores.
Así son las muchachas
cuando danzan.