
Teléfono rojo
Las ciudades Santuario en México; hay muchas
En México de hecho existen multitud de ciudades, pueblos y espacios santuarios que no se denominan así, porque para ellos el nombre es lo de menos. Se trata de esos lugares de cobijo que a lo largo del transcurrir de nuestra geografía, van atendiendo a migrantes, a poblaciones completas que se desplazan en busca de una mejor vida. Es la repetición de aquellos mesones, cabañas y claustros que en el mundo, desde muchos siglos atrás, se posesionaban del camino para socorrer a los peregrinos. En México, muchos lugares darían cuenta de ello. No se sabe cuantos santuarios hay en el mundo, porque el nombre no siempre tiene esa aceptación, pero en esa larga historia mencionada, las grandes ciudades del pasado Roma, Atenas, Egipto, entre muchas, cumplieron su papel en ese sentido, al abrir los brazos metafóricamente, a partir de veredas, tramos y caminos, en aquella frase “Todos los caminos llevan a Roma”.
LA CIUDAD DE MÉXICO SE DECLARÓ SANTUARIO EN ENERO DE 2017
La Ciudad de México fue erigida como santuario el 30 de enero de 2017 y lo ha demostrado en abundancia en estos años con la acogida que da a los migrantes. De hecho en la ley que señala esas circunstancias, Ley de Migración, (Congreso de la Unión 2025) o Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político, no se menciona el nombre porque no se habla de ciudad santuario, con las características formales -no legales porque no es necesario-, sino de acogida, de una ciudad de ese tipo que tiene como ejemplo a las ciudades de San Diego, Los Ángeles, San Francisco, Miami, Chicago, Seattle, Houston, Phoenix, Austin, Dallas, Washington D.C. y Nueva York entre otras. Son cientos de ciudades y lugares que han tenido esa connotación en el país vecino, sin que se precise en la ley. En la capital se creó tras ser considerada, la línea nacional 5533 para integrar una gran red de comunicación en ciudades y pueblos, con todos los migrantes. En los hechos ésto ha sido rebasado de muchas maneras, tras las grandes conglomeraciones que estuvieron llegando en los últimos tiempos. Pero hay ejemplos en el país que rebasan esa concepción de santuario y a una de ellas nos hemos referido en otra ocasión. Esa ciudad es Tijuana considerada por algunos, como un caso extraordinario.
TRUMP DAÑA EN LA FRONTERA, CON SU MURO, EL VÍNCULO DE LA NATURALEZA Ciudad fronteriza, Tijuana se cataloga como la “esquina de Latinoamérica”, por ser la más occidental del continente, puerta de México “aquí empieza la patria” como reza su lema, es la quinta más poblada del país y su municipio el tercero más poblado después de Ecatepec y la delegación Iztapalapa. Tiene según el último censo, dos millones 333 mil habitantes y es todo lo que puede ser una gran ciudad, parte de la llamada zona dorada, uno de los máximos centros culturales de México y espacio migratorio de gran dimensión de acogida que se calculó en más de 50 millones de migrantes al año. Eso la convierte en uno de los principales baluartes vengativos de Donald Trump, que con su muro depredará también, todo un vínculo de especies vegetales y animales que conviven en sus kilómetros de vecindad. Pese a esa amenaza y lo que estamos viendo en Los Angeles, las ciudades frontera como Tijuana han cobijado sobre todo en este momento -como otras ciudades de la frontera-, a los migrantes expulsados con una ayuda global de organizaciones sociales e iglesias protestantes.
UN POEMA QUE SE EXTIENDE A TODAS LAS CIUDADES SANTUARIO DEL MUNDO
Guillermo Adolfo Duarte Moreno, profesional egresado de la Universidad de Sonora, pero residente en Tijuana después de vivir largo tiempo en San Diego, es un activista, traductor y un hombre comprometido. Su poema, enviado especialmente a esta columna, es un homenaje a su querida ciudad y un reconocimiento de todo lo que se está haciendo, como ciudad de acogida. Y de recepción ahora con las expulsiones. El poema es largo, emotivo y sencillo. De él plasmamos algunos de sus versos más significativos.
POEMA A TIJUANA
Abriste tus brazos Tijuana
y no es la primera vez.
Llegaron los rusos, los judíos
huyendo de los pogromos,
los chinos de sus martirios,
los armenios del genocidio,
los italianos de la hambruna
que azotaba sus terruños.
Para todos ellos Tijuana
abriste tus brazos como ninguna
y a todos has recibido
con paciencia y ternura.
Hoy has recibido en tu casa
a los hermanos haitianos
les has dicho Tijuana,
con tu singular acento,
“bienvenidos tous mon fréres”
y gritas a los cuatro vientos:
¡Bienvenidos hermanos, hermanas!