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Abanico
Pederastia se repite. Clero trata de apoyar
Un nuevo caso de pederastia ha aparecido en las últimas semanas en la iglesia católica. En
esta ocasión del cura Sergio N, que laboraba en una parroquia de la alcaldía Gustavo A.
Madero, que ya está detenido. Lo singular es que la Arquidiócesis Primada de México al
mencionar el caso, se refiere a la aplicación que está haciendo del Código de Derecho
Canónico, ley extranjera que no tiene porqué aplicarse en México, dado que la mencionada
iglesia, si bien sirve a un estado extranjero no tiene especificada esa situación en el país,
como es el caso de las embajadas, por ejemplo. La situación agrede a un niño en un hecho
ocurrido en una posada y puede no ser el único ya que por lo general muchos casos no se
denuncian. Eso mismo pasa en otros países. Al parecer la iglesia católica está en un plan de
apoyo a las autoridades, cosa que no sucedió en el pasado. Hay que recordar que en años
recientes, la situación se había ya generalizado, en más de 16 países -encabezados por
Estados Unidos-, que han sido agredidos por la pederastia clerical; los que como Australia
registraban en el 2018, cuatro mil 440 víctimas de pederastia cometidas por curas, que
engloban a mil 880 sacerdotes y se investigaba a un millar de iglesias. Ahora se suman
muchos países para pedir el freno a una iglesia que sigue sin tener una política firme, contra
la agresión a niños y a adolescentes. Como respuesta, el clero reacciona a veces sacando
la espada, como lo hizo el papa Francisco ante las acusaciones que le hicieron en Chile, en
una actitud de la que después se arrepintió.
LA SANTA SEDE HA RESENTIDO LOS CASOS Y SE NOTA EN EL DESCENSO DE
FIELES
La defenestración del país teocrático se agudizó por los abusos sexuales. Los casos,
muchos que eran escondidos, empezaron a salir. Solo en el país del norte más de 300
sacerdotes quedaron signados como pederastas después de una investigación. Pero al
mismo tiempo que trascendía la pederastia, se sumaba el caso del aborto rechazado por un
catolicismo conservador, lo que dio como resultado que solo en Argentina, miles que pueden
llegar a millones, hayan renunciado a esa iglesia. Lo mismo pasa en México. Se agrega a
ello, aparte de su conservadurismo, su cerrazón ante el cambio de los tiempos, un
enclaustramiento medieval que está llevando a la iglesia católica a niveles de descrédito
nunca vistos. Algunos altos prelados se aferran a la frase que usaba Norberto Rivera al decir
que “solo es un complot”, y señalan que es un campaña para impedir que esa institución siga
dando su doctrina. Algo tienen que decir.
EL PAPA FRANCISCO HA HECHO POCO: LA BBC Y EL PADRE ATHIÉ
En el oscuro panorama frente al que mantiene una posición ambigua aunque el papa se
manifieste dolorido de la situación, el Vaticano sigue en una encrucijada. Lo advierte la ONU
a través de medios como la BBC de Londres. En su momento el papa Benedico XVI expulsó
a 400 sacerdotes, pero en la actualidad es menos la cifra investigada. Desde 2014 cuando
presentó una demanda contra el entonces primado de México Norberto Rivera, el ex
sacerdote Alberto Athié ya hablaba de más de 500 niños violados en México sin que el
Vaticano y la Conferencia Episcopal Mexicana – menos las autoridades regulares-, dieran
respuestas convincentes. Un solo sacerdote Gerardo Silvestre fue cambiado 7 veces de sede
para protegerlo; “es un complot contra nosotros “, le repitió Rivera cuando fue a denunciar
casos concretos. Activista y defensor de los agredidos en pederastia, el padre Athié ha
señalado que el tema no es nuevo y que la iglesia no se puede hacer la que ignoraba el
hecho: desde 1922 el papa Pío X1 trató el tema y Juan XXIII tomó conciencia de él en el
Concilio Vaticano II.
EL HOMBRE DE LOS SANTOS Y LA REIVINDICACIÓN DE UN CULTO VERDADERO
Escritor y cineasta, multipremiado en ambas actividades, el español Jesús Fernández
Santos, rescató en su novela El hombre de los santos (Bruguera 1981) la sencillez del
verdadero creyente a través de un arte, la restauración de imágenes. Como muchos párrocos
y religiosos que en el mundo ofrendan sus vida en aras de una creencia, don Antonio el
pintor y restaurador de la novela, también dedica décadas de su vida a hermosear altares, a
resanar murales y a repintar vitrales. Siempre subido en una escalera, callado, pensativo,
raspa paredes y pega con una resina creada por él, la veleidad de los santos. El hombre de
los santos lo llaman a donde va, en una narrativa de las más poéticas que ha dado la época
en la que se fraguó el escrito, 1969, cuando ganó el premio de la crítica. España y sus
pueblos son descritos con una belleza que se hermana a la mano hábil del restaurador y a la
tristeza que se desprende de sus vida solitaria. Con su trabajo, dicen sus editores, rescata el
rostro de España, de los pueblos y también el suyo “en una épica del amor y la soledad”.
Como cineasta, Fernández Santos ganó la Bienal de Venecia con su filme El Greco y el
Riccio D’ Oro de la televisión italiana con el filme Elogio y nostalgia de Toledo.