Indicador político
La visita a un escritor y nueve gobernadores
Los días 26 y 30 de septiembre pasado, fui a visitar en Hermosillo al escritor Carlos Moncada
Ochoa, delicado de salud desde hace dos meses y no me sorprendió que el intelectual que
ha vivido la mayor parte de su vida entre libros, 50 de ellos escritos por él, y la noticia, fueran
esos sus temas. Recostado y atendido en forma excelente por su hija mayor Kika Moncada,
su charla fue sobre un libro de historia en torno a Sonora que está delineando mientras la
atención médica está presente. Su principal queja fue no poder ir al Festival Cervantino a
presentar su último libro, ahora que Sonora será uno de los invitados junto con Cuba. Poco
se tocó el tema de los comicios del 2024, en los que se elegirán nueve gobernadores y yo
me acordé de aquel libro suyo que fue muy leído en 1979, Cayeron (Editorial Calypso 1979),
sobre la caída de 67 gobernadores de 1929 a aquel año, que el periodista y escritor atribuye
en los de aquella época, a la triada impuesta por el también sonorense Plutarco Elías Calles.
No quise pecar de abuso con el convaleciente porque aún estaríamos hablando del tema.
SE CORRÍA Y DESPEDÍA A GOBERNANTES, SIN TOMAR EN CUENTA LA SOBERANÍA
Trata en primer lugar el libro, el caso de Guerrero. En una amplia investigación matizada con
los conocimientos jurídicos del autor, que se convirtió en objeto de consulta, el también
periodista norteño seccionó las caídas según el presidente en turno y las define como una
crónica de los gobernadores desaparecidos, desconocidos, desaforados y obligados a
renunciar o a pedir licencia. En este último caso, hasta esa fecha del libro, lo habían hecho
16 gobernadores. Según se desprende del escrito, parece que en el despeñadero de
gobernadores no se tomaba en cuenta la soberanía de los estados y ha tenido mucho que
ver el dedazo que se imponía desde el centro. El autor cuestiona en el prólogo de la obra las
facultades que ejercían el Senado, la Comisión Permanente y las legislaturas de los
estados para desconocer los poderes de esas entidades y desaforar a los gobernadores. En
el lapso que se investiga, once fueron desaforados y a uno lo corrió el Senado, en el
régimen de Portes Gil. Siete fueron desconocidos y otro revocado, todos en diferentes
presidencias. Hubo además desconocimientos de la Comisión Permanente y de las
legislaturas locales. De los analizados, alrededor de una docena optó por una salida digna,
cosa que ocurría en esa fecha de la salida del libro con Ángel Aguirre Rivero, el gobernador
de ese estado,Guerrero, que aprovechó esa salida digna después del caso de los 43 de
Ayotzinapa.
LA CAÍDA DE GOBERNADORES INÚTIL, PORQUE EL PODER CENTRAL SEGUÍA
La historia del príísmo mostró que la urgencia política de recuperar un estado pasó sobre
todas las circunstancias legales, sin obviar a sus propios correligionarios. Moncada Ochoa
disecciona caso por caso a partir de los sucesos que provocaron la caída y enumera otros
motivos, sublevación, malversación de fondos, pleitos partidistas, asesinatos, agitación,
ineptitud. Hasta en el caso de Guerrero, del ejemplo, todos los gobiernos derrumbados
habían sido priístas, hasta llegar a Aguirre Rivero del PRD ¿Tumbar a un gobernador
resuelve el problema?, se han preguntado muchos, cuando el país seguía igual y el
gobernante era siempre del PRI ¿Quien seguirá en la lista? se preguntaba en ese tiempo el
periodista, porque no imaginaba a los que iban a caer después: los muchos que están en la
cárcel, procesados o en fuga por saqueo y a veces cosas peores. En el epílogo, el autor
llega a una conclusión sombría: ¿Para qué ha servido al pueblo -se pregunta-, el
derrocamiento de esta larga serie de políticos por el gigantesco poder de la Federación?
¿Que se ha ganado con el río de sangre derramada en la lucha contra las imposiciones? Y
concluye que en todo caso “Para el pueblo la injusticia la representan los que
permanecieron”. Eso recordábamos del libro mientras conversábamos con el escritor,
pensando también, que aunque las cosas han cambiado una lista de gobernantes está
pagando sus errores, mientras otra lista de nueve entre muchos candidatos, se prepara a
dar la lucha por una soberanía que esperamos que en este tiempo si se ejerza.