Indicador político
Pancho Villa y su verdadero rostro
Teresa Gil
[email protected]
Ciento cuarenta y cinco años de haber nacido, cumple Francisco Villa, Pancho Villa, el
Centauro del Norte, el 5 de junio. Pero hace cien años que ya no está con nosotros. Fue
asesinado en una emboscada en Parral por un venal tipejo llamado Jesús Salas Barraza. Su
centenario se celebra este año dedicado a lo que realmente fue ese singular personaje y no
a las historias frívolas que circulan sobre él. Su personalidad arrolladora al frente de la
famosa División del Norte que tanto envidiaban Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón,
trascendió a lejanos confines, pero fueron ellos, los norteños sonorenses, los que siguieron
enfrentándolo hasta crear el tinglado que lo relaciona con la historia de la agresión a los
chinos cuando las leyes que los negaban fueron expedidas por los dos caudillos. A esas
historia se suman las muy diversas narraciones de su origen, que nunca coinciden con la
realidad. Y la insistencia en lo que ya eran en ese entonces las mentiras creadas que
rodaban. Sobre todo tildándolo de bandolero. Pese a que en Europa ya retumbaba el
realismo y el romanticismo había cedido su paso, en México lo provinciano aún tenía partes
ramplonas aunque ya la Revolución mostraba sus beneficios, en medio del maremágnum
político.
VILLA ENTENDIÓ CON PROFUNDIDAD EL PROBLEMA CAMPESINO Y LO APOYÓ
Pocos recuerdan o lo han ignorado siempre, que Villa fue gobernador de Chihuahua, pese
que nació en 1878 en Durango en un sitio que ahora se llama La Coyotada. Su paso por la
gubernatura fue breve, pero significativa, porque aprovechó para enfrentar a los grandes
terratenientes en la defensa directa del campesinado. Los que querían menospreciarlo
decían que era ignorante pero en ese paso por el poder, lo siguió ejerciendo según dicen,
desde afuera, por la influencia que tenía en el que lo sustituyó. Pero en ese paso, fundó
muchas escuelas y ordenó abrir el Instituto científico y literario que habían cerrado otros
gobiernos. La historia de Villa trascendió a otras latitudes sobre todo después de su entrada
a Estados Unidos, que ha sido tema de corridos y de alabanzas, ya que se dice que ha sido
el único que diferencia de los gringos que nos han invadido tanto, que invadió a los del norte.
Oye tu Francisco Villa
que dice tu corazón
ya no te acuerdas valiente,
que atacaste Paredón,
ya no te acuerdas valiente
que tomaste hastaTorreón.
LA TRAICIÓN LO ESTUVO ACECHANDO Y LO ALCANZÓ EN LA DECENA TRÁGICA
Los que refunfuñan al único revolucionario que no fue presidente pero que tiene un sitial en
el Monumento de la Revolución, les molesta en su conservadurismo, la historia tan prolija de
este hombre extraordinario vinculado a multitud de mujeres, a triunfos avasallantes como el
de Zacatecas, a tomas sorpresivas de ciudades y que se regodeaba junto con el morelense
Emiliano, sentado en la silla presidencial como si quisiera decir que si le daba la gana la
podía ocupar largo tiempo. Fue asesinado en 1923, a la temprana edad de 45 años, cuando
la decena trágica cobraba sus víctimas en aquellas venganzas. Obregón fue asesinado cinco
años después, pero tiempo atás habían rendido su vida ante la traición Zapata y Carranza. El
destino trágico de los revolucionarios alcanzó a Villa cuando se dirigía tranquilo a una
gestión. La traición siempre lo estuvo acechando. Y sigue el corrido de Graciela Olmos:
Adiós torres de Chihuahua,
adiós torres de cantera,
ya vino Francisco Villa,
a quitarles lo pantera
ya vino Francisco Villa,
a devolver la frontera