Teléfono rojo
La inquisición en pleno volvió a rodear al gran astrónomo que fue el dominico Giordano Bruno en su placita de la alcaldía Cuauhtémoc. Solo faltaron las fogatas para echar fuera a los migrantes que estaban ahí. El peligro que representa la alcaldesa Sandra Cuevas todavía no se ha exhibido tal cual. En la alcaldía Álvaro Obregón su adlátere Lía Limón ya provocó una muerte que podría tipificarse si hubiera intención judicial. Las corrientes destructivas pueden llegar a un impase, pero pese a ello, siguen anidando en las profundidades de instituciones y personas. No por algo el repunte del fascismo en estos tiempos, después de sus terribles efectos de hace 8 décadas. Los resabios de la Inquisición se expresan todos los días en las conductas inquisitoriales de muchos gobiernos y gente. Y aunque la aplicación efectiva se evade en algunas concesiones que dicta la nueva época, la verdadera actitud se expresa en lo fundamental. En el mismo sistema que predominó se incluían repuntes inquisitoriales muy graves, en prohibiciones, persecuciones, castigos y muertes a veces disfrazadas. Como debió haber pasado en las etapas boyantes de la inquisición desde la edad media en varios países incluso en América hasta 1821 en Portugal, la gente se protegía en el silencio o la evasión, hechos que también comprobamos en algunas décadas en nuestro país; los prolegómenos de los oscurantismos, del silencio protector en todo caso. No por algo surgieron lo que se llama las grandes mayorías silenciosas.
EL CRITERIO ESTATAL DEBE PREDOMINAR CUANDO LOS MUNICIPIOS DESTRUYEN
Todavía había regencias en la capital del país y el titular era el fallecido Manuel Camacho Solís quien gobernó de 1988 a 1993, cuando se creó en 1991, la placita Giordano Bruno. Poco creativos, parece que la estatua y el nombre se los pusieron porque ahí hace esquina la calle Roma. Igual hubieran puesto la estatua de un inglés porque también hace esquina la calle Londres en la colonia Juárez de la alcaldía Cuauhtémoc. La relevancia del personaje ha sido poco destacada, como sucede con centenares de personajes que se distribuyen en bronce por toda la gran ciudad. Los municipios, en el caso de la CDMX las alcaldías, tienen independencia dictada por la propia Constitución. Pero cuando la destrucción o el crimen rebasan esa independencia, los órganos estatales pueden intervenir, incluso los federales. Fuera de toda cordura, la señora Cuevas ha golpeado policías, cerrado locales, destruido murales y ahora, en una presunta remodelación está aplicando barreras que en el fondo incluye la expulsión de los que ella considera personas extrañas a su alcaldía.
EL OSCURANTISMO QUE DESTRUYÓ A GIORDANO Y CONDENÓ A GALILEO
Las reacciones que vemos en la actualidad, nos recuerdan a los grandes genios que por ser portadores de la verdad fueron expulsados, desaparecidos, condenados o quemados como fue el caso de Giordano Bruno en 1600. En 1633 fue condenado Galileo Galilei. El primero fue llevado a la hoguera por no coincidir con las posturas oscurantistas de la iglesia católica. Bruno sostenía que el universo era homogéneo y estaba integrado por los cuatro elementos agua, tierra, fuego y aire. Galilei ya echaba mano del telescopio para comprobar el heliocentrismo del universo. Son solo ejemplos de lo que hicieron esos dos grandes científicos, personajes adelantados para su época, uno de ellos destruido por el fuego y el otro condenado. Yo vi la estatua de Bruno en Roma y aquí en la placita, y me causó una gran emoción ver a una figura que destruyó a partir del conocimiento, lo obnubilado de la fe que había profesado.