Teléfono rojo
José Luis Camacho Acevedo.
La gobernadora de Campeche Layda Sansores sigue en su
línea de difamar a personajes que considera que son sus
enemigos personales y que después, hipócritamente, los
convierte en enemigos del presidente Andrés Manuel López
Obrador para “defenderlo” en su amarillista programa El
Martes del Jaguar.
La serie del Martes del Jaguar, programa del corte de los
que produce la controvertida “señorita Laura”, que Layda
Sansores le enderezó a su antecesor y hoy dirigente
nacional del PRI, Alejandro Moreno, cumplió su cometido
esencial: destruir al controvertido Alito en el que ya nadie
confía y mucho menos toma en serio.
Pero ahora Layda Sansores se ha equivocado de enemigo.
Anunció que, en su sensacionalista programa, atacaría nada
menos que al líder del senado Ricardo Monreal.
Pero sin duda que Monreal no es Alito.
Y que la respuesta del zacatecano a una posible difamación
de Layda será muy diferente y mucho más contundente,
que las que hizo Alito cuando Layda y su procurador Renato
Sales lo hacían pedazos, moral y políticamente.
Monreal ha dicho, con mucho énfasis, que Layda con sus
ataques a morenistas inicia lo que sería un irreversible
rompimiento al interior de MORENA.
El líder senatorial declaró lo siguiente:
“Parece que en Morena todavía privan la lógica y la
congruencia, porque seguramente alguien de mucho peso e
inteligencia le sugirió a Layda Sansores que atienda sus
asuntos y no ataque a sus compañeros de partido, que nada
bueno dejará al grupo político.”
Así respondió Ricardo Monreal a las amenazas de Layda: “El
hecho de que lo anuncie la gobernadora ya es un inicio de la
guerra sucia, que me parece pudiera desencadenar en que
el movimiento se conduzca a caminos sin retorno”.
El autodenominado rebelde con causa guinda afirmó que no
se va a dejar, ni a rajar, que va a resistir y que todo
espionaje ilegal lo va a denunciar con firmeza y
contundencia.
Monreal Ávila reiteró que esto es consecuencia de la
sucesión adelantada, que inició hace 16 meses.
El político de zacatecas hizo hincapié en que no tiene
ningún temor a nada, ni a nadie: “espero que la prudencia
prevalezca, porque si no es así, se va a iniciar un proceso de
ruptura al interior de MORENA y que los únicos
responsables serán quienes están impulsando esta campaña
sucia de desprestigio y de descalificación contra un
aspirante”.
Por eso la locuaz ex senadora del PT, y actual gobernadora
morenista de Campeche, ya reculó sobre su intención y en
un tuit posteó que, para no generar malas interpretaciones,
ha decidido no tocar el tema de Ricardo Monreal.
Por supuesto que su soberbia no le permite ofrecer una
disculpa por su obsesiva intención de agredir a Ricardo
Monreal.
Eso era de esperarse de una persona como Layda Sansores,
quien carece de la grandeza personal para reconocer sus
fallas y tener la humildad de pedir perdón.
No cabe duda que Layda lo que sí entendió es que Ricardo
Monreal y su poderosa capacidad de respuesta, es muy
diferente a la que en su momento tuvo el lamentable
dirigente tricolor Alejandro Moreno.
Sin comentarios.