Teléfono rojo
Plantar un árbol es plantar esperanza para otras generaciones, es un acto de bondad. Estimado lector, te comparto mi obra “El Espíritu del Árbol”, técnica al pastel sobre papel, realizada este mismo año.
El árbol es un ser vivo que brinda diversos servicios a los seres que habitamos este planeta; además del sentido estético que nos regalan a través de sus follajes, formas, colores y texturas, los árboles convierten el dióxido de carbono en oxígeno, forman parte del ciclo del agua, contienen la erosión del suelo, son fuente de alimento y cobijo para la fauna donde se encuentran; tiene usos medicinales; entre otras muchas funciones más. Se debe resaltar que, todas estas funciones, son positivas para el sustento de la vida.
De acuerdo con National Geographic, en el mundo existen 60,665 especies de árboles, de los cuales Brasil encabeza la lista con 8,715 especies, seguido por Colombia con 5,776, Indonesia 5,142, Malasia 4,993, Venezuela 4,656, China 4,635, Perú 4,439, Ecuador 3,591, y México, en el noveno lugar, con 3,364 especies. Nuestro país tiene una superficie de 195 millones de hectáreas, de las cuales el 33.6 por ciento de la misma es de bosques templados y tropicales (65.7 millones de hectáreas).
En este sentido, es importante mencionar que, dentro del periodo de 2001 a 2018 se habían perdido 212,070 hectáreas de árboles por año en México, de acuerdo a la Comisión Nacional Forestal.
Por esta razón es que la actual administración implementó el programa “Sembrando Vidas”, que tiene como finalidad sembrar al menos 100 millones de árboles, en su primera fase. Sin embargo, es responsabilidad de todos y no sólo del gobierno el llegar a este tipo de metas. Por lo tanto, queridos lectores los invito a participar activamente en esta temporada de lluvias en la acción de plantar, al menos un árbol por año, si todos participáramos de esta manera en pocos años nuestro país sería un auténtico vergel.
La celebración del “Día Mundial del Árbol” se lleva a cabo desde el año de 1840, cada 28 de junio y tiene el objetivo de generar conciencia sobre su protección, la conservación de los hábitats, y el uso sustentable de los mismos. En México en lo particular y por decreto presidencial del presidente Adolfo López Mateos, esta fecha se conmemora cada segundo jueves del mes de julio.
Debemos destacar que, en nuestro país, el Ahuehuete (que en náhuatl se traduce como “Árbol Viejo”) fue declarado como Árbol Nacional desde 1921, durante la conmemoración del Centenario de la Independencia.
En el territorio nacional tenemos algunos ejemplos de árboles destacados. Tal es el caso, del “Árbol de la Noche Triste”, en la Ciudad de México, sobre el cual el conquistador español Hernán Cortes supuestamente sollozó en su derrota parcial frente a los Mexicas, en 1520; el árbol de Santa María del Tule, en Oaxaca, con más de dos mil años de antigüedad y que en 2003 fue declarado por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad; y a últimas fechas, el recientemente famoso “Ahuehuete de Reforma”, que se plantó en la ex “Glorieta de la Palma” y que ha sido motivo de polémica entre los usuarios de las Redes Sociales, que han reportado que este árbol se está secando, en tanto que, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), de la Ciudad de México, ha declarado que el árbol se encuentra en un periodo de adaptación y por esta razón tiene esa apariencia. El tiempo, juez inexorable, nos dirá quien guarda la razón.