Torreón y la paz
Cada elección el PRI muestra su fragilidad electoral. No ha ganado una elección en años recientes, pierde territorio y algunos de sus mandatarios flirtean con López Obrador de manera poco decorosa, quien necesita no del partido, tampoco de sus mandatarios, sino de los votos legislativos para alcanzar la mayoría calificada. En el Senado el PRI ha encontrado su identidad opositora; no es una fracción numerosa, pero allí hay mucho del mejor priísmo. Serían más, pero Vanessa Rubio abandonó su curul; su suplente afín al oficialismo, una costosa baja especialmente si se consideran a las que se quedaron en el camino, entre otras Rosario Robles.
Para Alejandro Moreno y Rubén Moreira prevalecer en Hidalgo les va todo. Un error de cálculo, la elección ni siquiera está competida; sí la de Durango, que sería como bálsamo a partir del desastre tricolor. Quien no perdió de vista la posibilidad de ganar en su Estado vecino fue el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme. Así, el resultado de las elecciones próximas puede modificar el mapa de poder del tricolor.
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