
Teléfono rojo
¿LA ESCRITORA TIENE QUIÉN LE ESCRIBA…?
Las preguntas resultan inevitables.
¿Quién escribió la carta pública que se difundió en redes, a nombre de “Beatriz Gutiérrez Mueller”?
¿Necesitaba “la escritora” y esposa del expresidente mexicano, quien le escribiera una breve carta aclaratoria sobre su presunto cambio de ciudadanía?
¿O será que los “mandones” de Palenque y de Palacio no se tomaron el cuidado de consultar a “la escritora”, sobre la carta difundida a su nombre y que lleva un apellido que no es el de la autora de imaginarios Best Sellers?
Peor aún. ¿Nadie se percató de las graves fallas en el uso de adverbios demostrativos como “allá” y “aquí”, que desmienten que la carta fue redactada en México y confirman que se habría redactado en España?
Está claro que, con el tiempo sabremos la verdad.
Sin embargo, también es cierto que se trata de una reacción desesperada –de Palacio y de Palenque–, para conseguir un apremiante “control de daños”, luego de la paliza que, también en redes, recibió la “no primera dama” por su presunta o real incongruencia frente a la monarquía española.
Y es que luego de semanas de filtraciones periodísticas sobre un presunto intento por conseguir la nacionalidad española, la señora Gutiérrez Müller pareció poner un alto a lo que llamó una campaña mediática en contra de su esposo, el expresidente mexicano.
Lo simpático del tema es que también resultó fallida la carta pública difundida a manera de “control de daños” y para desmentir y paliar la escandalera mediática de quien pidió disculpas a la monarquía española por La Conquista y ahora pretende la nacionalidad española.
Sí, por increíble que parezca y por ridículo que resulte, la citada carta contiene erratas impensables, como el uso de los apellidos “Gutiérrez Mueller” en lugar del correcto “Gutiérrez Müller”.
¿Es creíble un error ortográfico de esa naturaleza en una escritora de “las luces” de la esposa del expresidente mexicano?
Pero no es todo, resulta que de la lectura sólo del primer párrafo de la citada “carta aclaratoria”, es posible confirmar, que quien haya sido su redactor, se encontraba en España y no en México, en donde la carta está fechada.
Vamos a los detalles.
En la primera línea, la carta supuestamente escrita por la señora “Gutiérrez Mueller” dice: “El ABC de allá…”, en relación al reputado diario español que dio a conocer la primicia de los intentos de la ex “no primera dama” por solicitar la residencia de aquel país.
Es decir que, al utilizar el adverbio demostrativo de lugar, “allá” –“El ABC de allá” –, el verdadero autor de la carta intenta decir que se encontraba en México cuando la escribió.
Sin embargo, al finalizar ese mismo párrafo, aparece una grave contradicción que es un indicio de que el autor de la carta se encontraba en España.
Y si lo dudan, analicen con cuidado la forma en que termina ese primer párrafo de la carta en cuestión. Así lo dice: “Afortunadamente, el hampa del periodismo y sus jefes, los de la mafia del poder, cada día enseñan más el cobre; aquí, en España y acullá”.
De nuevo un adverbio demostrativo de lugar “aquí, en España…”.
¿En qué quedamos, la señora “Gutiérrez Mueller” escribió la carta en México o en España?
Pero tampoco es todo.
En el segundo párrafo de la carta, la señora “Mueller” vuelve al uso errático del adverbio demostrativo de lugar “allá”.
Así lo escribió: “Soy independiente de la política. No estoy en eso. Me dedico, desde hace décadas, a la docencia e investigación en una universidad pública de mi país, donde continúo trabajando, y desde luego no me he ido a vivir allá, ni a ningún otro lado”. (FIN DE LA CITA)
Es decir que si no se ha ido “a vivir allá” –a España–, por qué hablar de “una universidad pública de mi país”, como si en el momento de redactar la carta viviera fuera de “mi país”.
Curiosamente, en la “mañanera” de ayer lunes y en consonancia con la “carta aclaratoria” de la señora “Mueller”, la presidente, Claudia Sheinbaum salió en su defensa y dijo que sí, que siempre ha vivido en México.
Sí, la escritora no sólo tiene quien le escriba, sino quien disponga de una fortuna de dinero público para vivir en uno de los lugares más costosos del mundo.
Al tiempo.