Política al margen
¡GOLPE DE ESTADO PARA LOGRAR EL MAXIMATO!
Lo que hoy vive la democracia mexicana y el atentado contra el Poder Judicial, no es otra cosa que un “golpe de Estado”.
Si, según la definición de Norberto Bobbio, se trata de una acción deliberada, ordenada por el jefe del Estado –López Obrador–, y operada por el partido oficial –Morena y sus aliados–, a través del Poder Legislativo, para destruir al Poder Judicial.
Pero si queremos ser aún más precisos, el ataque a la democracia mexicana ordenado desde Palacio, es un “golpe de Estado blando” que, según la definición del politólogo Gene Sharp, se entiende como “el uso de un conjunto de técnicas no frontales y principalmente no violentas, de carácter conspirativo, con el fin de desestabilizar a un gobierno, sin que parezca que ha sido consecuencia de la acción de otro poder del mismo Estado”.
Y el objetivo se ese “golpe de Estado” o “golpe de Estado blando”, es dar paso al “Maximato lopista”, que asoma cuando Andy López, hijo del presidente, será impuesto como dirigente del partido oficial, Morena.
Dicho de otro modo, está claro que, en la gestión de la espuria Claudia, el impostor López Obrador participará de manera directa en la toma de decisiones, desde la dirigencia de Morena, partido de su propiedad y que simulará ser presidido por Andy, el mayor traficante de influencias del gobierno federal.
De esa manera se cierra el círculo del “golpe de Estado” para imponer el Maximato de AMLO, lo que convertirá a la espuria Claudia Sheinbaum en una marioneta del verdadero “mandamás”.
Por eso, mediante otra burda violación legal, hoy veremos que los senadores del partido oficial y sus aliados avalarán la reforma al Poder Judicial, mediante una interpretación numérica tramposa y luego que en la Cámara de Diputados aprobaron esa misma reforma, gracias a la ilegal sobrerrepresentación de los diputados de Morena.
Al final de cuentas, gracias al “golpe de Estado” contra el Poder Judicial, el día de hoy, 10 de septiembre del 2024, pudiera pasar a la historia como el “martes negro” para la democracia mexicana; el día en que las ambiciones sin límite de un demente como Obrador destruyó la República.
Pero tenemos que volver al pasado, ya que lo que hoy estamos viviendo repetidamente lo dije aquí, una y otra vez.
La más reciente advertencia fue en el Itinerario Político del 11 de diciembre del 2023, titulado: “¡Está en marcha el “golpe de Estado”!”.
Así lo expuse: “Aquí lo dije desde que López Obrador llegó al cargo de presidente de los mexicanos.
“Dije que AMLO no dejaría el poder de forma legal y pacífica y que –por esa razón–, intentaría permanecer como el “mandamás” de forma ininterrumpida utilizando dos estrategias que violentan todos los principios electorales de la joven democracia mexicana.
“La primera estratagema consiste en imponer un “Maximato” transexenal mientras que la segunda es provocar un golpe de Estado a las instituciones electorales y judiciales para, de esa manera, someterlas de manera absoluta.
“Por lo pronto, como es evidente la primera estratagema ya se produjo y la candidata presidencial ideal se llama Claudia Sheinbaum, una incondicional a toda prueba y quien, en los hechos, no será más que una figura decorativa –un florero–, ya que López seguirá siendo el “mandamás” detrás del trono en el sexenio por venir.
“Y esa primera etapa fue posible no sólo mediante la imposición vertical, tramposa y autoritaria de Claudia a los “morenistas”.
“No, en realidad contribuyó de manera definitiva la cobardía mostrada por el resto de los aspirantes, sobre todo, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, quienes a pesar del escandaloso fraude impuesto por el propio presidente, prefirieron arrodillarse, antes que pelear por sus derechos políticos en el partido oficial, Morena.
“A su vez, también ya está en marcha el segundo paso para imponer un “Maximato “y se trata del “golpe de Estado” lanzado desde Palacio contra las instituciones electorales federales; organismos autónomos como el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral y el Poder Judicial… Al tiempo”. (FIN DE LA CITA”.
Sí, el tiempo me vuelve a dar la razón.
Al tiempo.