Indicador político
¡EL CINISMO OFICIAL ES LA POLÍTICA DE ESTADO!
Una de las promesas de campaña más “vendidas” del eterno candidato Andrés Manuel, fue el pegajoso eslogan de no robar, no mentir y no traicionar.
Sin embargo, a lo largo del sexenio del presidente López Obrador la realidad no solo fue completamente distinta, sino contraria.
Sí, en la historia mexicana el de AMLO y los de Morena han sido los gobiernos más ladrones, más mentirosos y que más han traicionado no sólo todas sus promesas, sino todas sus presuntas convicciones democráticas.
Peor aún, en los últimos días se diseñó desde Palacio una campaña de cinismo sin paralelo, al extremo de reconocer de manera pública la corrupción oficial, además de los robos y saqueos del dinero público, con el “chabacano” argumento del “borrón y cuenta nueva”, ya que “no pasa nada”.
Es decir, que desde Palacio decidieron recurrir al cinismo como política pública, tanto del gobierno como del Estado mexicano, en medio de un discurso que, en el extremo, le adjudica a “la mala suerte” algunos de los más escandalosos robos de dinero público, como el caso de Segalmex.
Pero acaso la mayor traición del “obradorato” y de su “movimiento”, es a aquellas supuestas convicciones democráticas que por décadas pregonaron en plazas y pueblos de todo el país.
Y es que aquel político que por años empujó las elecciones creíbles, transparentes, equitativas y sin la injerencia del Estado y del gobierno en turno; el que llevó a la Constitución la sanción como “traición a la Patria” del presidente que metiera las manos en las elecciones, es el mismo López Obrador que hoy violó la constitución hasta el cansancio para imponer a su preferida y para dar forma a su Maximato.
Y no conforme con ese fraude, Obrador y su partido mafioso van por más y, mediante una nueva violación a la Carta Magna, inventan una mayoría inexistente en la Cámara de Diputados para lograr una sobrerrepresentación ilegal que les permita la destrucción del Poder Judicial.
Pero tampoco es todo, porque López también fue el promotor del vigente postulado constitucional que prohíbe la sobrerrepresentación que hoy pretende imponer. Es decir que, mediante un cinismo sin paralelo, López impone hoy todo aquello que cuestionó como opositor.
A su vez, y también con un cinismo descomunal, “El Clan” de los hijos del presidente hicieron publicar una carta abierta, en el diario La Jornada, en la que se dicen honestos y víctimas de calumnias y difamaciones.
Resulta de risa loca la carta de los hijos del presidente, ya que no ofrecen ninguna prueba para desmentir la abundancia de grabaciones de su complicidad en saqueos sin freno en el gobierno federal, al amparo del poder presidencial.
Lo curioso es ninguna autoridad federal se atrevió a investigar las raterías de los hijos del presidente y, peor aún, esa mafia mediática motejada como La Jornada cree que bastan los dichos de los hijos del presidente para olvidar las raterías y el escándalo de los juniors de Palacio.
Algo así como: “¡mi palabra es la ley!”.
Y algo similar ocurrió en la “mañanera” de ayer, cuando López Obrador reconoció el fraude descomunal en Segalmex; desfalco por casi 20 mil millones de pesos y del cual culpó “a la mal suerte” y a un puñado “de traidorcillos”.
Pero lo más ridículo y cínico del asunto es que AMLO aseguró que el dinero fue recuperado, lo cual es una más de las 170 mil mentiras que Obrador ha formulado a lo largo del sexenio, en el que se ha convertido en el campeón mundial de la mentira.
Y de los 20 mil millones de pesos, nadie sabe nada.
Días antes, también con una inagotable dosis de cinismo, López no sólo confirmó que a lo largo de una década uso y abusó de la tragedia de “los 43” de Iguala –con fines político electorales–, y terminó por exonerar del crimen colectivo a militares y marinos, lo que descarta toda posibilidad de un crimen de Estado.
Y no pasó mucho tiempo para que apareciera la indignación de los padres de “los 43”, quienes acusarón a Obrador de traición, ya que durante diez años les hizo creer que tendrían justicia, a pesar de que AMLO pactó con los criminales responsables del secuestro y crimen de los estudiantes.
Luego, también arropado por su cachaza de cinismo, López negó que México sea un país militarizado y rechazó violación de los derechos humanos por parte de las fuerzas castrenses; una más de sus inagotables mentiras.
Por último, también pertrechada por el cinismo heredado de su mentor, la señora Claudia Sheinbaum negó que México esté en manos de las bandas criminales. La declaración fue respuesta al candidato presidencial, Donald Trump, quien en entrevista para Fox News dijo que en México los cárteles tienen el poder y pueden tirar al presidente en dos minutos.
Pero con el cinismo de la casa, la señora Claudia dijo que eso es falso, justo cuando cientos de mexicanos huyen de Chiapas a Guatemala por la violencia y cuando todo el país es territorio criminal.
Sí, en cinismo como política de Estado.
Al tiempo.