Indicador político
¡MANOTAZO FINAL PARA
IMPONER LA DICTADURA!
A pesar de las evidencias aplastantes, todavía hoy algunos ingenuos,
fanáticos o idiotas suponen que se trata de una exageración.
Niegan y hasta ignoran las señales claras de las pulsiones dictatoriales
del presidente mexicano y de toda su pandilla mafiosa.
Incluso dudan que experimentamos el umbral de la dictadura que,
diligente y a lo largo de todo su gobierno, ha tejido López Obrador.
Una dictadura que ya desapareció la división de poderes, que canceló
libertades fundamentales como la de expresión, que avala en los hechos la
alianza del Estado con el crimen organizado, que ha costado 200 mil vidas por
violencia y más de un millón de muertes por el deficiente sistema sanitario;
que ha provocado cientos de miles de desaparecidos, feminicidios y, sobre
todo, la peor crisis de violencia e inseguridad.
Dictadura que tiene sometido al Poder Legislativo, al INE y al Tribunal
Electoral; a la CNDH, a la Auditorio Superior de la Federación, a una mayoría
de medios que callan la corrupción de Estado y el escandaloso saqueo del
dinero público ordenado desde Palacio.
Dictadura que, por si fuera poco, en las últimas horas lanzó lo que
parece el manotazo final. Por eso obliga volver a las preguntas.
¿Qué significa, por ejemplo, que los lacayos de López en el Congreso
impulsen la desaparición de la histórica figura de amparo; el último recurso
ciudadano frente a los excesos del poder?
¿Qué significa que esos mismos esbirros de Obrador en el Congreso
intenten facultar al presidente para exonerar, de facto y por decreto, a todo
tipo de criminales y mafiosos que estén en prisión?
¿Qué significa que los secuaces de AMLO en el Congreso modifiquen
la ley de las Afores, para que los ahorros de millones de mexicanos mayores,
de 70 años, sean saqueados por el Estado?
¿Qué significa la amenaza dictatorial del mandatario mexicano de
cancelar concesiones de radio y televisión –además de plataformas digitales y
programas críticos a su gobierno–, en respuesta al reclamo ciudadano de
suspender las “mañaneras” en tiempos electorales?
¿Y qué significa que el presidente mexicano que prometió respetar y
hacer respetar la Constitución, a diario violente la Carta Magna, en abierto
proselitismo electorero, sin que sus esclavos del Congreso digan una sola
palabra para impedirlo?
Sí, el más reciente manotazo autoritario de López no tiene otra
definición que dictadura.
Una dictadura que intenta suplantar al Poder Judicial y a la Suprema
Corte mediante leyes secundarias que le dan al presidente facultades para
anular la figura de “amparo”, que no es otra cosa que el último recurso
ciudadano frente a los excesos del poder absoluto; que intenta otorgarle al
mandatario la libertad de decidir quien sigue preso y quien es liberado por la
gracia de Palacio y, sobre todo, que le arrebata los ahorros de toda la vida a los
ciudadanos mayores de 70 años; un robo ordenado por AMLO ante el
despilfarro y el saqueo del presupuesto.
Pero el problema es mayor si entendemos que los ciudadanos estamos
solos y sin ninguna institución del Estado que acuda en nuestra ayuda, frente a
un Congreso de lacayos, esbirros, secuaces y serviles al presidente.
¿Quién será capaz de detener las pulsiones autoritarias y contrarias a la
democracia, de un dictador bananero como Obrador?
Sí, estamos solos ante la dictadura que toca la puerta. Pero también es
verdad que contamos con la última y más valiosa herramienta en democracia;
el voto. Pero el 2 de junio próximo podría ser la última oportunidad para usar
el voto como herramienta de castigo al mal gobierno. Y es que, si no
reaccionamos hoy, mañana será tarde.
Pero tampoco es novedad que la dictadura lanza lo que parece un último
manotazo.
Sí, desde 2017 aquí dije que, de llegar al poder presidencial, López
Obrador llevaría a México a una dictadura. En el Itinerario Político del 1 de
agosto de ese 2017, titulado: “¡Gracias, dictador Maduro!”, dije que la
destrucción del sistema electoral venezolano, impulsado por Maduro, era una
advertencia de lo que podría llevar a cabo, en México, el eventual presidente.
¿Y que fue lo primero que anunció AMLO como mandatario? SÍ, la
destrucción del INE y del Tribunal Electoal, árbitros que hoy están sometidos.
Meses después, el 27 de noviembre de 2017, en el Itinerario Político
titulado: “¡Confesiones de un dictador!”, dije que el Proyecto de Nación de
López no era más que una confesión de parte, de un futuro dictador.
Y es que López proponía una Fiscalía General a modo, para llevar
adelante las venganzas personales; una amnistía a los cárteles del crimen
organizado y adelantaba que no habría persecución a los capos del crimen, ya
para entonces convertidos en sus aliados.
Pero el mayor peligro del eventual gobierno de AMLO, dije ese 27 de
noviembre de 2017, se llama “Guardia Nacional”, que no es más que un grupo
represor al mejor estilo de las dictaduras. Hoy el tiempo me dio la razón.
Volví al tema con el Itinerario Político del 14 de diciembre de 2017,
titulado. “Morena, la dictadura perfecta”, en el que advertí que rumbo a la
presidencial del 2018, Morena había heredado las peores practicas corruptas,
clientelares, antidemocráticas y de extorsión política del viejo PRI y que, por
tanto, el partido de AMLO era “la nueva dictadura perfecta”.
Esa entrega concluyó con la siguiente pregunta: “¿Qué hacen en
Morena brillantes académicos, políticos sensatos, empresarios exitosos,
periodistas preparados y ciudadanos bien educados, si se trata de una de las
peores dictadura de partido? La respuesta puede ser demoledora: parece que a
todos ellos les gusta la dictadura, les “vale madre” la democracia y apuestan
por un futuro como el de Venezuela”. (Fin de la cita)
El 3 de abril de 2018 el Itinerario Político se tituló así: “La dictadura
que viene”, en donde documenté de forma puntual la persecusión que ordenó
López Obrador contra los críticos de su proyecto y su futuro gobierno.
Persecusión que hoy es el pan de cada día y que ha costado la vida a 75
periodistas y ocasionado el despido de casi medio centenar de informadores.
De vuelta a los afanes dictatoriales de AMLO, en el Itinerario Político
del 20 de abril del 2018, titulado: “La dictadura tardía”, dije que López
intentaría en México una tiranía idéntica a las dictaduras del Continente.
Así lo expuse: “En Morena, como saben, se vive la dictadura de un solo
hombre. Y por eso la pregunta: ¿por qué creer que un eventual gobierno de
Obrador sería distinto; por qué los ingenuos, incautos, bobos y hasta los
idiotas siguen ciegos al mesías que promete que su gobierno será diferente;
por qué la ceguera y la sordera?
“¿De verdad creen que un tirano que construyó su propio partido con
dinero criminal; que es dueño único del partido; dueño de vidas y carreras de
quienes militan en su partido, estaría dispuesto a someterse a las reglas de una
democracia representativa, como la democracia mexicana?” (Fin de la cita)
Regresé al tema el 30 de abril de 2018, con el Itinerario Político
titulado: “¡La dictadura está a la vista!”, en donde enumeré ejemplos de la
pulsión dictarorial en Morena.
Luego de las entregas del Itinerario Político del 3, del 20 y 30 de abril
de 2018, López Obrador lanzó la más demencial persecusión contra periodista
mexicano alguno, contra el autor de Itinerario Político, a quien sicarios de
López a sueldo difamaron y calumiaron en redes –mediante un trending topic
mundial que costó 12 millones de pesos a Morena–, mientras AMLO exigió
que despidieran a Ricardo Alemán todos los medios donde opinaba.
Aún así, seguí la evolución de la dictadura de AMLO y, por ejemplo, en
el Itinerario Político del 10 de agosto del 2022, titulado: “Sí, el dictador se
quitó la máscara”, dije que solo había sido cuestión de tiempo para que López
mostrara su verdadero rostro de tirano.
Así lo explique: “Lo que hoy vemos es la insturación, por decreto, de la
dictadura mexicana; una autocracia anunciada el 15 de junio del 2021, desde
Palacio, en donde López dijo que propondría, en su momento, que la Guardia
Nacional pasara a formar parte de la Sedena.
“De esa manera, el 8 de agosto del 2022 se concretó la militarización
del país cuando, por decreto, Obrador violentó la Constitución y convirtió a la
(Sedena) en el brazo operativo de la Seguridad Pública.
“Es decir, Obrador llevó a cabo, por decreto, todo aquello que por
décadas criticó de los gobienros de Calderón y Peña Nieto; militarizar la
Seguridad Pública lo que confirma el fracaso de los `abrazos, no balazos´”
(Fin de la cita)
Sí, hoy asistimos al manotazo final para imponer la dictadura de López,
pero también en cuestión de semanas estará en nuestras manos la posibilidad
de hacer realidad una de las mayores lecciones de la historia; castigar en las
urnas al peor gobierno de la historia.
¿Seremos capaces, como sociedad, de conseguirlo?
Al tiempo.