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CULIACÁN, Sin., 25 de marzo de 2025.- Ante la controversia a nivel mundial sobre el maíz transgénico, si este se debe sembrar o consumir, si tiene o no consecuencias en la salud humana, que al momento no se tiene consenso científico definido de si es bueno o malo, lo mejor sería hablar y poner mayor atención al impacto a la salud humana causado por los agroquímicos con los cuales se fertilizan este tipo de maíces, una arista que científicamente sí está comprobada, consideró Marcial Zazueta, especialista de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
En un comunicado se indicó que el coordinador de posgrado de la unidad académica dijo que algunas investigaciones le dan un sí, pero algunos países como México ya ha regulado en humanos su consumo, quedando autorizado sólo para consumo animal
“Yo creo que esta regulación de maíces transgénicos, comparto la idea de que hay que cuidar los maíces criollos que son originarios y propios de nuestra región; tenemos cincuenta y tantas variedades, según recuerdo, de maíces criollos, pero aún más importante que el número es que conservan hasta cierto punto su riqueza genética, entonces es un recurso genético muy valioso que tenemos que conservar”, consideró.
Gracias a las prácticas tradicionales que se hacen de la agricultura o ahora conocidas como sistemas agroecológicos, es que su riqueza genética se preserva, por lo que, sí es de importancia la regulación de la introducción y siembra de maíces transgénicos, sobre todo en zonas donde se producen estos maíces criollos, reflexionó.
Como dato, expuso la polinización de los maíces criollos, la cual se da a través del viento, es decir, el polen del maíz es esparcido por el viento, en comparación con el transgénico que produce su propio polen donde va la carga genética modificada, la cual puede interaccionar con el polen y la carga genética del maíz criollo afectando al acervo genético, de ahí que su postura fue estar de acuerdo con esta regulación.
Por lo que, hablar de un impacto a sus modificaciones genéticas, sería mejor poner mayor atención al impacto a la salud humana causado por agroquímicos con los cuales se fertilizan este tipo de maíces, una arista que científicamente sí está comprobada, señaló.
“La regulación de los productos transgénicos deberían de venir acompañadas de los agroquímicos que se necesitan para su cultivo, por lo que, esta sería mi opinión para no tenerles miedo a los transgénicos, pero sí precaución”.
A quienes se pregunten sobre el concepto maíz transgénico, explicó que es la introducción de algún gen que produce una proteína benéfica contra ciertos factores que pueden ser contraproducentes para la planta, es decir, un gen de otro organismo no propio de la planta con la que se está trabajando y se le inserta en el genoma produciendo una proteína con ciertas cualidades como resistencia a la sequía, plagas o ciertas condiciones adversas que en otras condiciones la planta moriría, así como mayor producción.
Para finalizar, dijo que se está en estos momentos en una encrucijada importante recordándonos el T-MEC, dado que se tiene ya una ley donde se regula este maíz, pero al parecer se podrá importar solo para ciertos usos.