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Itinerario político
Una vez que se alzó con la victoria en la contienda por
la gubernatura de Quintana Roo, Mara Lezama
desmanteló prácticamente la administración municipal
de Cancún y se llevó a Chetumal a los colaboradores
claves de Benito Juárez.
Mara Lezama está teniendo que realizar ajustes en su
gabinete ya que tiene enfrente el reto de pagar una
deuda a corto plazo que le heredó el gobierno de
Carlos Joaquín González.
Se dice que Beto Borge dejó una deuda de 2,500
millones de pesos al estado. Pero que Carlos Joaquín
la subió considerablemente hasta dejarla en cerca de
13 mil millones de pesos.
Ante ese panorama económico tan complejo, ya que,
como decíamos al principio de estas notas, la deuda
de Quintana Roo que heredó el gobierno de Carlos
Joaquín González, fue suscrita a corto plazo, por lo
que debe pagarse en los meses iniciales del 2023.
Además de la creciente ola de ataques de la
delincuencia organizada, Mara Lezama está tratando
de redefinir su proyecto de gobierno para salvarse de
una crisis que se le puede venir desde principios del
próximo año.
Muy sensible ha sido para el sector hotelero de toda la
Riviera Maya, especialmente en Cancún y Playa del
Carmen, el incremento a los impuestos, tanto estatales
como municipales, que les han aplicado desde el inicio
de la admnistración de Mara Lezama y de la llegada a
la alcaldía de Cancún como presidenta suplente de
Ana Paty Peralta.
En Cancún, o lo que es lo mismo, el Ayuntamiento de
Benito Juárez, es cada vez más sonado el cansancio
que tiene la alcaldesa Ana Paty Peralta por la
imparable intromisión de la gobernadora Mara Lezama
en su administración.
Y aunque públicamente, Peralta siempre reconoce y
agradece la presencia de Lezama en sus eventos de
Cancún, lo cierto es que la alcaldesa del PVEM, quien
se quedó en el lugar de Lezama cuando esta se fue a
campaña para ser gobernadora, cada vez está más
incómoda con tener jefa, pero más aún, que “sus”
funcionarios no le hagan caso.
Caso concreto el del secretario del Ayuntamiento,
Jorge Carlos Aguilar Osorio, quien regresó al cargo
justo cuando Mara se “mudó” a Chetumal, pues el
Verde estuvo en el mismo cargo durante el primer
mandato de la morenista.
También se dice que el tesorero Marcelo Guzmán y la
secretaria de Desarrollo Social, Paola Moreno, son
más incondicionales de Mara y que no acatan las
instrucciones de la propia alcaldesa Ana Paty Peralta.
Y no hay que olvidar que pese a que Ana Paty quedó
como suplente en el gobierno, poco o casi nada pudo
influir en las decisiones de quienes la acompañarían
en su gobierno, pues cuando Mara le desvalijó la
administración, se encargó de colocar a personas con
quienes pudiera seguir siendo la mano que mece la
cuna en el gobierno de Cancún.
En esas condiciones de un gobierno intervenido desde
el palacio de gobierno de Chetumal, los que sufren las
consecuencias de esa informalidad son los habitantes
de Benito Juárez.
Urge una solución a esa situación irregular y ya estan
tomando cartas en el asunto la senadora Marybel
Canché y el líder moral de Movimiento Ciudadano en
Quintana Roo, Roberto Palazuelos, el Diamante
Negro.