Indicador político
CULIACÁN, Sin., 28 de mayo de 2024.- Edwin parece un niño, pero ya tiene un espacio en el banquillo de los acusados, frente a la justicia de los hombres.
Es delgado, moreno claro. Se deja caer un fleco negro y lacio sobre la frente. Viste una camisa réplica de Burberry y un pantalón oscuro. Su altura no va más allá del 1.70.
Bien pudiera tener 16 o 17 años de edad porque el tiempo no le ha reflejado en la cara ningún síntoma de barba, ni bigote siquiera. El tiempo tampoco lo ha embarnecido ni lo ha alargado.
Pero el tiempo ha venido a sentarlo aquí, en la Sala A de la Sede Regional de Justicia Penal Acusatoria y Oral Centro.
Apenas tiene 19 años de edad y va a enfrentar una acusación por uno de los delitos más graves que contemplan las leyes: homicidio.
Aunque no es solo un homicidio. A Edwin lo acusan de tres muertes. La Fiscalia General del Estado (FGE) lo señala de asesinar a Dulce, Joselyn y Alejandro en un domicilio del fraccionamiento San Fermín de Culiacán, el pasado 21 de mayo.
Por eso está frente a una jueza que le habla educadamente. Por eso a su lado tiene a dos abogadas de oficio que pretenden defenderlo. Por eso a su espalda hay un Policía Procesal vigilándolo. Por eso, un poco más a su izquierda, puede verlos de reojo si quisiera, están los abogados del Ministerio Público de la FGE, quienes buscan responsabilizarlo por esos homicidios cometidos a balazos.
Edwin parece relajado cuando le pasan el micrófono y habla en la audiencia inicial de este martes. Dice que no nombrará a las abogadas de oficio que le fueron asignadas. Dice que su hermano va a contratar un abogado particular para hacer frente a las acusaciones.
La audiencia concluye en seis minutos. Edwin se levanta de la silla. El Policía Procesal le coloca las esposas y lo conduce a su reclusión.
Este martes nada se sabe de lo ocurrido en aquel domicilio de San Fermín.
Quizás el miércoles 29 de mayo, en la continuación de la audiencia inicial, el Ministerio Público tenga oportunidad de leer públicamente la relatoría de hechos a la que llegó después de siete días de investigación, relatoría en la que este casi niño es el presunto responsable.