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CULIACÁN, Sin., 8 de marzo de 2024.- En el marco del Día Internacional de las Mujeres, la Secretaría de las Mujeres recibió la visita de la activista Diana Luz Vázquez Ruiz quien compartió una charla sobre su lucha con los deudores alimentarios para que cumplan con sus obligaciones de sustento y supervivencia de sus hijos e hijas de la cual nace la Ley Sabina, de igual forma abordó la Ley Vicaria que busca la sanción de padres que ejercen violencia y buscan hacer daño a las mujeres cuando sustraen a su hijos e hijas.
A través de un comunicado de prensa, la encargada del despacho de la Secretaría de las Mujeres, Conzuelo Gutiérrez Gutiérrez indicó que es un día de reconocimiento y solidaridad con las mujeres que buscan impulsar estrategias para la construcción de una sociedad donde mujeres y niñas vivan libres de violencia.
“Por ello a través del qué hacer diario hacemos eco de esas voces para que resuene hasta el último rincón de nuestro estado, porque este 8 de marzo de 2024, Día Internacional de las Mujeres, nos unimos al llamado de las Naciones Unidas de invertir en las mujeres, acelerar el progreso, porque juntas y con autonomía somos más fuertes”, externó.
La activista subrayó que el 30 por ciento de las maternidades del país, maternan en solitario son mamás autónomas, lo que significa que el 30 por ciento de niños no tienen papá. Agregó que la niñez tiene el derecho de la manutención de los padres que decidieron estar ausentes y no compartir una vida con ellos y ellas, pero a pesar de ello eso no los excluye de sus responsabilidades.
Destacó que en la lucha se ha logrado quitar pasaportes y licencias de conducir a deudores alimentarios, si bien tiene cierto impacto no resuelve la necesidad de las madres, pero es un paso.
Igual se busca quitar la matrícula consular para que cuando entren en Estados Unidos no tengan una licencia de conducir si están demandados como deudores en México.
A la par de esta ausencia de padres se desencadenan diversos problemas que las madres suelen resolver y dejan atrás y continúan sin exigir los derechos para sus hijos e hijas por no querer llevar procesos jurídicos largos y costosos.
“Mi historia es la historia de millones de mujeres que en este país enfrentamos una maternidad en solitaria. Yo recuerdo a mi abuela el recibirnos en su casa a mi mamá, mis primos, primas porque estos hombres se ausentaron, es decir vengo de tener tías, hermanas de mi mamá que hicimos un maternaje con mi abuela, porque estos hombres que procrearon con las mujeres que más amo de mi familia decidieron no estar, no sé lo que es tener un hombre proveedor en casa, lo que sí sé es del esfuerzo de mi abuela de echarle más agua a los frijoles, que la comida alcanzará, y sé de mi mamá ausente, no porque no quisiera estar, sino porque tenía que tener dobles, triples jornadas de trabajo. es decir, la ausencia de un papá marca también en muchas de las ocasiones la ausencia materna”, explicó la activista.