Libros de ayer y hoy
No puede ocurrir que los secretarios de mi gobierno tengan en la banca a los subsecretarios, comentó el gobernador del estado, Rubén Rocha Moya, al referirse a la destitución de Ruth Díaz Gurria, como secretaria de Bienestar y Desarrollo Sustentable.
El mandatario había recibido varias quejas de subsecretarios y directores de área de la secretaria del Bienestar de que no trabajaba en armonía, por celos con funcionarios que tienen más experiencia en la administración pública de Sinaloa.
Díaz Gurría nació en Sinaloa, pero su carrera administrativa la he hecho en el gobierno federal en la ciudad de México. Fue nombrada en el gobierno de Rocha Moya, por la experiencia profesional en la Presidencia de la República.
Sin embargo, en Sinaloa se comportó con soberbia y arrogancia, minimizando la capacidad de sus subordinados, quienes en varias ocasiones le señalaban errores en los lineamientos de la Ley Orgánica de la Administración Pública del Gobierno de Sinaloa.
La desazón de Díaz Gurría se manifestó desde un principio por los nombramientos de subsecretarios y directores de área que fueron designados directamente por el gobernador, sin tomar en cuenta la opinión de ella.
Así surgieron diferencias inmediatas con las subsecretarias María Inés Pérez Corral y Nicté Loi Ceceña Romero, quienes ahora asumieron la titularidad en la dependencia del Bienestar.
El mandatario señaló que los sinaloenses se han pronunciado por un gobierno humanista y social, que haga del cumplimiento de los derechos de todos, especialmente de las personas más desfavorecidas.
Aunque en forma oficial, se difundió que Ruth Díaz Gurria renunció a su cargo de secretaria del Bienestar y Desarrollo Sustentable, queda el comentario de Rocha Moya de que irían a la banca aquellos secretarios de su gabinete que no dejan brillar a sus subordinados, irían a la banca.
Y eso fue, precisamente, lo que sucedió.