Van 31 internos de anexos de Mazatlán que se fueron con civiles armados: FGE
CULIACÁN, Sin., 9 de diciembre de 2024.- A tres meses de guerra la tras la entrega a autoridades americanas de Ismael El Mayo Zambada, atribuida a los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, Culiacán y otros municipios de Sinaloa enfrentan una ola de violencia sin precedentes.
El conflicto interno ha desatado enfrentamientos armados, ataques a comunidades, donde destacan el uso drones, armamento pesado y bombas caseras, además de un incremento en los índices de homicidios, privaciones ilegales de la libertad y robo de automóviles.
Está disputa divide a dos de los principales liderazgos del Cártel de Sinaloa, considerado el más poderoso del mundo, y hasta el momento ha causado 530 homicidios.
Según informes no oficiales, el secuestro de El Mayo habría desatado una lucha por el control del territorio y las rutas del narcotráfico.
En Culiacán, las balaceras, bloqueos de carreteras y amenazas a comercios se han vuelto frecuentes, la zona rural tampoco ha sido ajena a la violencia, con desplazamientos forzados de familias en comunidades del norte y centro del estado.
A pesar de la presencia de fuerzas federales y operativos conjuntos con la Guardia Nacional, la paz no ha regresado a la región.
Analistas señalan que esta guerra interna no solo afecta a Sinaloa, sino que también tiene repercusiones en otras partes del país, donde los grupos delincuenciales en conflicto tienen influencia.