Teléfono rojo
Si Morena y aliados no alcanzan esta semana 85 votos para convertirse
en mayoría calificada en el Senado, al menos 80 o cien mil uniformados
regresarán a sus cuarteles en 2023.
Ahora mismo, morena cuenta con 60- 1 legisladores; los aliados (PVEM,
PT…) sumarían entre todos 14 sufragios, de modo que serán necesarios
otros 11 votos, seguramente de esquiroles priistas encabezados por el
dirigente Alejandro Moren@, apodado “amlito” por su obediencia ciega
al presidente Andrés Manuel López Obrador y por su segundo, Rubén
Moreira Valdez.
Así de simple el panorama que se presenta.
Así de grave es el asunto que trae entre manos el Congreso de la Unión.
Si morena aplicara su política “aplanadora” la alianza PAN-PRI-PRD
habrá llegado a su fin y el partido vino tinto estaría gobernando en
el Estado de México a partir de 2023.
La gravedad del asunto es que el tal Alito ha puesto en riesgo las elecciones.
“Ya no hay confianza”, dice el panista Marko Cortés.
Espero que el PRI resuelva su diferendo interno, acotó el perredista
Jesús Zambrano.
Por lo pronto algunos legisladores morenistas se han sumado al
proyecto para tirar de la presidencia al acusado y evitar que se salga
con la suya.
No olvidemos que, en 2020 Martín Adolfo Santos Pérez, juez octavo de
Distrito en Materia Administrativa en la CDMX declaró inconstitucional
el acuerdo del presidente Andrés Manuel López Obrador para que las
fuerzas armadas participen en tareas de seguridad pública.
Ese acuerdo ordena al ejército y a la marina participar, de manera
extraordinaria, regulada, fiscalizada subordinada y complementaria con
la Guardia Nacional en las funciones de seguridad pública”
La pregunta es ¿habemus alianza opositora al obradorismo?