Miscelánea, salud y política
La exalcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, en su
incontenible obsesión por llegar a ser Jefa de Gobierno de la
CDMX, está poniendo en riesgo la unidad nacional de
Morena.
Clara Brugada y su equipo de los duros de MORENA en la
CDMX, muchos de ellos ligados a las organizaciones
criminales que operan en la capital del país (recuérdese que
muchos nombres comprometedores, hábilmente
escondidos por los ex alcaldes de Iztapalapa en esos
tiempos, fueron ligados cuando asesinaron al temido
criminal Felipe de Jesús Luna“El Ojos” por la expansión que
estaba haciendo desde Tlahuac).
Las crónicas de ese evento en aquel año, la describían como
lo hizo Milenio:
Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, líder de cártel de
Tláhuac, murió con otros siete cómplices durante un
operativo realizado por fuerzas especiales de la Secretaría
de Marina, informó la dependencia.
“De dicha acción que fallecieran ocho presuntos infractores
de la ley, entre ellos Felipe de Jesús “N”, quien era cabeza
de una organización delictiva extremadamente violenta y
que operan en las delegaciones de Tláhuac e Iztapalapa”,
explicó la Marina en un comunicado.
https://www.milenio.com/estados/balacera-tlahuac-
mueren-ojos-7-presuntos-narcos
A pesar de que hay cinco aspirantes a la contienda por la
jefatura de la Ciudad de México para definir al candidato de
Morena, las encuestas siguen indicando que los finalistas
son el exsecretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y la
alcaldesa con licencia de Iztapalapa, Clara Brugada.
En ese escenario estable, García Harfuch va arriba en todas
las encuestas por al menos 10 puntos.
Esa realidad de percepción de los habitantes de la CDMX, o
sea la ventaja de García Harfuch, es la que tiene a los duros
de Clara Brugada, han desencadenado una serie de ataques
provenientes del ala dura que impulsa a la exalcaldesa en su
obsesión de llegar a controlar la CDMX.
Y su trillado e ineficaz argumento es que s reprueban que
“un policía” llegue a dirigir la capital.
Con Brugada y los duros en la jefatura de Gobierno pueden
reaparecer líderes criminales como en su tiempo fue el
“Ojos”.
Brugada es reiterativa en su desesperado discurso en que es
necesaria la unidad en MORENA.
Pero Brugada pone en riesgo la unidad nacional de
MORENA porque su equipo de “Duros”, tiene bien
identificados contactos nacionales, en Quintana Roo por
citar un caso icónico, y ello significa que la alcaldesa de
Iztapalapa con licencia, reta implícitamente a la inminente
candidata presidencial de MORENA, Claudia Sheinbaum, es
la principal promotora de García Harfuch, quien fue un
colaborador que arriesgo incluso su vida por cumplir las
instrucciones de su jefa por combatir en la CDMX a la
delincuencia en todas sus modalidades.
Brugada y su gente parecen no entender que radicalismos
como el suyo, puso en riesgo la unidad nacional de
MORENA, al rebelarse a que Sheinbaum Pardo resultara ser
la coordinadora de los comités de defensa en todo el país, y
ese radicalismo puso en riesgo incluso la unidad de su
partido.
La clave de los votos, tanto en la CDMX como en todo el
país, es la conquista por MORENA, de las clases medias.
La ecuación es sencilla, hasta el 58 por ciento de los hogares
en la capital del país, y más de ese porcentaje existe a nivel
nacional, pertenecen a ese sector que, un sector que
previsiblemente nunca le daría su voto a Clara Brugada.
Y en cambi sí estarían dispuestos a darle la confianza en las
urnas a García Harfuch al identificarlo como un funcionario
con una visión más profunda de las problemáticas a las que
se enfrentan los ciudadanos en las diversas alcaldías de la
capital, sobre todo las relacionadas con temas de
inseguridad.
Para ganar la Presidencia del país, Clauida Sheinbaum
necesitará innegablemente convencer al 37 por ciento de la
población que pertenece a la clase media.
Por ello, el exsecretario de Seguridad en la CDMX, resulta
sólo el candidato favorito de la exjefa de Gobierno para
sucederla, sino que se hace necesario para generar el
arrastre que le hace falta a Morena en la capital.
En MORENA no hay en la CDMX señales de disciplina y de
búsqueda de unidad por parte de una de sus militantes
como lo es Clara Brugada.