Indicador político
Mario Delgado llegó a la dirigencia nacional de
Morena en un descarte que hizo AMLO porque
Agustín Gutiérrez Canet, en su afán de ser
Canciller, no se dio cuenta que metía en un
conflicto de nepotismo al presidente. (Así lo
externa el propio Gutiérrez Canet en una
entrevista concedida a la talentosa Martha
Anaya en El Heraldo TV).
Ya era muy la fuerte presión de Porfirio Muñoz
Ledo, quien denunciaba, entre otras
perversiones que existían en Morena, que el ex
embajador en Irlanda, Agustín Gutiérrez Canet,
hermano del padre de la esposa del presidente
López Obrador y esposo de la embajadora
emérita Martha Bárcena, y que se hizo famoso
cuando le consiguió una entrevista a Jorge
Castañeda con el ex presidente Carlos Salinas de
Gortari, era una muestra del trato que se
dispensaba a los amigos de la 4T, es decir, que a
estas alturas del sexenio, muchos tienen bola
negra con el presidente por el simple hecho de
diferir con algunas de sus ideas de gobierno.
Porfirio pretendía asumirse como el jefe real de
Morena y de ser el poder tras el trono en la
cancillería. Todo esto detrás de la débil trinchera
que tenía en la cámara de diputados.
El presidente López Obrador nunca tuvo la
intención de conservar su condición de ser el
líder de un movimiento social, que como partido
político se convirtió, para cumplir el trámite
electoral ineludible, en el partido político que
hoy es Morena.
Y fue en esa carambola como se coló Mario
Delgado a la presidencia nacional de Morena.
Delgado, a quien ahora los corifeos de Xóchitl
Gálvez acusan hasta de huachicolero, al emigrar
Marcelo Ebrard a Francia, se asumió como “jefe
del marcelismo ante AMLO” y así logró su
candidatura a la diputación.
De esa autopromoción de Mario Delgado, nunca
supo Marcelo Ebrard.
Hoy Mario Delgado tiene frías sus relaciones con
Claudia Sheinbaum, y la candidata presidencial
confía la información que debe llegarle de la
dirigencia de Morena a Citlalli Hernández.
El colimense Delgado no sabe lo que realmente
ocurre en las campañas de los 9 candidatos a
gobernador que tiene Morena actualmente en
juego. Situación crítica para la toma de
decisiones como candidata presidencial de
Sheinbaum.
Y del grupo de quienes seguramente serán
diputados o senadores en la próxima legislatura,
Mario apenas conocerá a un 10% de ellos, sin
que eso signifique que ese 10% sean sus
seguidores.
Después de todo ese historial, lleno de
desencuentros, deslealtades y golpes bajos, el 3
junio, lo más seguro es que Claudia Sheinbaum
como candidata electa por la votación a su favor
que habría obtenido un día antes, podría esperar
un tiempo prudente para pedirle al presidente
López Obrador la renovación de la dirigencia
nacional de Morena.
Y puede aguantar a Mario Delgado los escasos 30
días que le faltarían para ser la próxima
presidenta de México.
EN TIEMPO REAL.
1.- Antonio Astiazarán, que en su administración
como alcalde de Hermosillo logró incrementar
las ventas internacionales de la ciudad en 16.5%
con respecto a 2022 hasta alcanzar los 5 mil 159
millones de dólares el año pasado, además de
colocar a la ciudad en el segundo lugar a nivel
nacional en satisfacción del servicio de
recolección de basura (INEGI)
La otra opción es la ex emecista María Dolores
del Río Sánchez, quien luego de pertenecer al
PAN, pasar por las filas de Movimiento
Ciudadano y decidir migrar a las filas de Morena
hace pocos meses aseguraba que no buscaría la
presidencia municipal de Hermosillo
nuevamente, pero por sorpresa decidió dejar la
Secretaría de Seguridad Pública del estado para
obtener el mismo puesto que dejó en 2006. Por
lo visto los hermosillenses no tienen tanto que
pensar para decidir por quién emitirán su voto el
2 de junio próximo.
2.- JOSÉ TUNES YA REBASÓ A NAHLE. En
Veracruz sigue creciendo la candidatura al
gobierno de la entidad del aliancista José Yunes.
Cada día le aparece un nuevo caso de
corrupción, de nepotismo o de complicidad con
el actual gobernador, Cuitláhuac García, quien
trae la inseguridad en el todo Veracruz como el
gran foco rojo del sureste. Así llegarán los tres
candidatos al gobierno a su primer debate
veracruzano.
3.- ARMENTA ADELANTE A RIVERA CON 10
PUNTOS. En Puebla, ante el despegue en las
encuestas de Alejandro Armenta, candidato
morenista al gobierno de la entidad, se han
reunido panistas de antaño, todavía cobijados
por el jefe Diego Fernández de Cevallos, como
Francisco Frayle y Ana Teresa Aranda, para pedir
a su dirigencia nacional que obligue al candidato
de Fuerza y Corazón por México, Eduardo Rivera,
a que defienda en los debates la ideología del
PAN.