Denuncian a 91 productores en Sinaloa por venta ilegal de fertilizantes
CULIACÁN, Sin., 22 de marzo de 2024.- En el marco del Día Mundial del Agua y con el objetivo de coadyuvar desde el quehacer científico, a la mitigación de la problemática del agua que vive Sinaloa, Confíe llevó a cabo el Primer Conversatorio El agua para la agricultura: búsqueda de soluciones desde la ciencia, en el que participaron especialistas, profesionistas, empresarios, usuarios y agricultores.
En un comunicado de prensa se indicó que el titular de la Coordinación General para el Fomento a la Investigación Científica e Innovación del Estado de Sinaloa, Carlos Karam Quiñones, ponderó la relevancia de este encuentro como el inicio de un proceso destinado a abordar los problemas relacionados con la crisis del agua, comenzando por el ámbito agrícola, e indicó que el objetivo primordial es explorar soluciones para mitigar los desafíos que enfrentamos en esta materia.
La actividad agrícola requiere del mayor volumen de agua disponible, aproximadamente el 77 por ciento; sin embargo, de cada 100 litros por segundo que salen de las presas al campo, se pierde o no se aprovecha el 65 por ciento.
Este contexto, aunado a la situación de que nos encontramos al borde de la crisis del agua, se traduce en disminución de la producción de alimentos y, por tanto, tiene implicaciones directas que afectan la seguridad y la calidad alimentaria de toda la población, por lo que “tenemos que tomar conciencia, pero también acciones ante la problemática”, añadió.
Karam Quiñones también destacó el interés y la preocupación de los sectores en encontrar soluciones al problema del agua y expresó que, como parte de los acuerdos y resultados, se generó el compromiso de crear un consejo científico que contribuya a reconocer, visibilizar y abordar de forma más efectiva la precariedad hídrica en Sinaloa.
Al término de las propuestas y opiniones emitidas por los participantes del conversatorio, se puntualizó como resultados coincidentes, la importancia de eficientar el uso del agua en la agricultura en términos de su distribución con técnicas de riego; la necesidad de invertir en investigación, ciencia y tecnología para el tratamiento de aguas residuales y su reutilización; y educar y concientizar a la población, especialmente a los usuarios y agricultores, sobre el uso correcto y eficiente del agua.
También concordaron en establecer mecanismos de colaboración entre los diferentes actores, incluyendo gobierno, academia, sector privado y sociedad para abordar de manera efectiva la crisis hídrica; y realizar una planificación estratégica y una gestión eficiente del agua, así como la necesidad de establecer políticas públicas basadas en datos y evidencia científica, incluyendo el monitoreo en tiempo real de los cuerpos de agua y el desarrollo de nuevas técnicas de riego.