Indicador político
¡“NARCO-TERROR”: CHISPA PARA “GOLPE DE ESTADO”!
Aquí lo dije desde mayo de 2018.
Dije que, de ganar la presidencial, López Obrador prepararía un asalto
al poder para mantenerse, de esa manera, como el moderno rey mexicano.
Dije que no le importaba destruir la democracia y sus instituciones y
que, por esa razón, uno de sus objetivos sería el control de árbitros electorales
como el INE y el Tribunal Electoral.
Dije que establecería una alianza con el crimen organizado, mientras
que militares y marinos serían corrompidos desde el poder.
Y dije que el gobierno de López acabaría con libertades y derechos
básicos –como la libertad de expresión y el derecho a la información–,
mientras que perseguiría a críticos, intelectuales, adversarios y medios.
Y hoy, tal y como lo pronostique, toma forma la estratagema de
Obrador para imponer un Maximato, por encima del resultado de las urnas en
la elección del 2 de junio próximo.
Sí, a los ojos de todos, hoy se acomodan las piezas del “rompecabezas”
diseñado y operado por AMLO, al extremo de que algunos de los expertos
electorales más escépticos, como el ex presidente del INE, Lorenzo Córdoba,
debió reconocer lo que aquí hemos pregonado por años.
Y es que, en su colaboración para El Universal, del pasado 14 de marzo,
el ex presidente del INE fue contundente sobre el futuro del proceso electoral
mexicano que está en marcha.
Córdova advirtió que López Obrador y Claudia Sheinbaum se preparan
para desconocer una derrota en las elecciones presidencialdes –si es que no es
favorable para Morena el voto del 2 de junio próximo–, lo que resulta
preocupante, sobre todo ante la dolosa falta de dos magistrados en el TEPJF.
Así lo dijo el ex presidente del INE: “Es preocupante la recurrencia con la
que tanto López Obrador como Claudia Sheinbaum han venido hablando de
fraude; no vaya a ser que estén preparando el terreno para ‘patear la mesa’ si los
resultados no les satisfacen”, señaló.
Y advirtió: “existen malos jugadores que históricamente han demostrado
una precaria lealtad democrática y que puedan desconocer los resultados de las
elecciones si no les favorecen o no son los que esperan”. (Fin de la cita)
Sin embargo, también es cierto que el control presidencial del INE y del
Tribunal Electoral, sólo son una parte de la estratagema “para patear la mesa”
electoral del 2 de junio próximo.
Y es que, a pesar de las evidencias de escándalo y de las atrocidades
que significan, uno de los mayores peligros para los mexicanos es el “narco-
terrorismo”, que parecen ser ignorados por todos; medios, partidos, candidatos
y por el gobierno mismo, que es el más beneficiado de “la teoría del caos”.
Nos referimos al incremento desmedido, de forma nada discreta, sin
freno y sin tregua, de eventos que entran en la categoría de “terror” desatado
por bandas del crimen organizado, lo que los convierte en verdaderos actos de
“narco-terrorismo” que sin duda serán la chispa que detonará el golpe de
Estado que, en su momento, hará estallar López contra la democracia, una vez
que las urnas le resulten adversas en la contienda del 2 de junio próximo.
Pero quien dude que el “narco-terrorismo” será la chispa que encenderá
el golpe de Estado, que se atreva a responder las siguientes preguntas.
¿Qué significa que, por ejemplo, en Michoacán los caminos estén
sembrados de minas personales, como en una guerra y que la detonación de
una de esas minas haya desmembrado a tres hombres cuyos despojos fueron
exhibidos en rede sociales?
¿Qué significa que en Guerrero sean grabadas imágenes, en plena calle,
de víctimas de extorsión que son “tableados” para cobrar la cuota de piso y
que esas imágenes le den la vuelta al mundo?
¿Qué significa que suman medio centenar de políticos, candidatos y ex
servidores públicos, asesinados en el proceso electoral, sin que nadie resulte
detenido?
¿Qué significa que en semanas consecutivas se haya reportado la caída
de dos helicópteros militares en los peligrosos estados de Michoacán y
Sinaloa?
¿Qué significa que le dieron la vuelta al mundo imágenes de sicarios
que tiran a la calle, a plena luz del día, restos de cuerpos desmembrados en el
municipio de Cazones, Veracruz, en donde además los sicarios se grabaron
realizando disparos al aire?
¿Qué significa que en Michoacán hayan sido secuestradas, asesinadas y
decapitadas una comisaria de la Guardia Civil y sus escoltas mujeres, a manos
del crimen organizado?
Sí, en todos los casos se trata de atrocidades propias de una guerra y
cuyo mensaje es ejemplar. Es decir, se trata de que la sociedad entienda que
mandan los grupos del crimen organizado y que la autoridad no existe.
En pocas palabras, se está creando el escenario de debilidad oficial
frente al creciente poder criminal; escenario ideal para que, en un momento
dado, el presidente lance un manotazo en la mesa para desaparecer los
poderes, para establecer un estado de excepción y para anular el proceso
electoral.
Pero tampoco ahí termina la historia. ¿Por qué?
Porque, por otro lado, López Obrador ordenó a la guardia nacional
invadir un campo de golf concesionado a Ricardo Salinas Pliego, dueño del
Grupo Azteca, quien se confrontó de manera directa con el presidente.
Curiosamente, luego de esa persecución, “se dobló” el diario Reforma,
que ayer martes, por ejemplo, difundió en su primera plana una supuesta
encuesta que exhibe a la preferida de Palacio por encima de las preferencias
del propio presidente, mientras que la opositora Xóchitl Gálvez está muy lejos
en la intención del voto.
Sin duda que se trata de una encuesta manipulada, a modo, para hacer
creer a los bobos que la elección está decidida y, por tanto, no vale la pena
salir a votar.
Lo que pocos entienden, sin embargo, es la razón por la que el
oficialismo, insiste en que tiene la elección ganada y, al mismo tiempo, acusa
un potencial fraude.
Lo cierto es que la batalla apenas empieza y aún no hay nada para nadie.
Al tiempo.