Los límites de la complacencia
Mezquino diezmar políticamente con el infortunio
Si un príncipe quiere mantener su
dominio, debe estar preparado para
no ser virtuoso, y hacerlo o no de
acuerdo con la necesidad: MAQUIAVELO
Han pasado más de ocho días de la madrugada en que el Huracán Otis irrumpió en la costa de
Guerrero sembrando miedo, destrucción y muerte, el vendaval por más de 60 horas igualó en
desolación a la población, ahora emerge con crudeza la desigualdad entre los propietarios de la
zona hotelera y la pobreza extrema de quienes tenían muy poco y ahora no tienen nada.
Anuncia hoy el gobierno el Plan General de Reconstrucción y Apoyo a la Población afectada de
Acapulco y Coyuca de Benítez por el Huracán Otis, y de entrada excluye a cuatro de los seis
municipios declarados zonas de desastre por lluvias : Benito Juárez, Atoyac de Álvarez,
Xalpatláhuac y Tecpan de Galeana (26 de octubre, Diario Oficial de la Federación).
En los apoyos, a falta del fondo creado para atender desastres debido a haberlo gastado en las
obras faraónicas, el gobierno decide reutilizar y aumentar montos de becas otorgadas a
jóvenes y becarios de nivel básico, adelantar pensiones, posponer seis meses el pago de
créditos de vivienda e impuestos, cuatro meses de receso para el pago de luz. Estas prórrogas
son insuficientes para quienes se han quedado sin hogar, ni dónde o cómo trabajar.
Más útiles, aunque escasos, son los apoyos anunciados en especie, como la entrega a 250 mil
damnificados de canastas con artículos básicos; y que cada vivienda afectada reciba ocho mil
pesos para limpieza y pintura y de 35 mil a 60 mil pesos para reconstrucción, previo censo.
Además de prometer una cama, una estufa, un refrigerador y un ventilador a cada hogar
damnificado. Según el INEGI la familia mexicana promedio es de 5.5 miembros y las más
pequeñas de 2.4 personas. ¿Pensará AMLO que todos caben en una cama? Esto último es
sarcasmo.
Lo cierto es que causa extrañeza la ausencia de apoyos internacionales, ¿cómo estará la
imagen del gobierno de la 4T en el extranjero que parecen dejarnos solos en esta tragedia?
¿Cuánta desconfianza ha sembrado el primer mandatario al actuar como jefe de un clan y no
como jefe de Estado?
En el recuento de los hechos los gobiernos federal, estatal y municipal demostraron
incapacidad para actuar antes y después del fenómeno inevitable natural. Ellos supieron desde
tres días antes los pronósticos, 48 y hasta 24 horas antes conocieron mútiples pronósticos, sin
embargo, ni el presidente ni nadie actuó para prevenir o alertar a la población. No hubo
traslados, ni resguardos de infraestructuras ni otras acciones establecidas en la Ley General de
Protección Civil.
La parálisis sólo demuestra ineptitud total por parte de quienes están al mando de la
Administración Pública, de los morenistas Andrés Manuel López Obrador, presidente de la
República; Evelyn Salgado, gobernadora del estado de Guerrero y Abelina López, presidenta
municipal de Acapulco. A los daños, hay que sumar la ineficiencia de este triste trío, carente de
aptitud, empatía y espíritu para enfrentar la crisis.
Tiene costos muy graves el desmantelamiento institucional que ha llevado a cabo López
Obrador, es inexplicable que no existan protocolos de prevención, ni radares, ni refugios, pese
a que en estas costas del Pacífico la presencia de estos fenómenos no es inédita y
lamentablemente, por el calentamiento global, serán más frecuentes. Sólo un gobierno
eficiente, conciente y responsable podrá enfrentar los desafíos del futuro.
Pueblo sin memoria está condenado a repetir sus errores, recordemos sólo dos de una decena
de huracanes que en los últimos 50 años han causado estragos en la región afectada por Otis:
en 1997, Paulín, provocó según cifras oficiales más de 300 muertes (en Guerrero y Oaxaca); y
en 2013 el huracán Manuel, cuya interacción con Ingrid proveniente del Golfo de México, causó
emergencias en 21 entidades y 157 defunciones, 106 de las cuales fueron de guerrerenses.
¿Por qué el presidente, sin restricción alguna ni consecuencias hasta el momento, pudo
disponer de los recursos del Fonden (Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales)? ¿Por qué
no funcionó el Plan DN III en sus fases de prevención y auxilio inmediato?
https://www.gob.mx/sedena/acciones-y-programas/fases-del-plan-dn-iii-e#
¿Por qué la Guardia Nacional no intervino para poner preservar la seguridad y detener a los
delincuentes que encabezaron robos y rapiña de comercios? ¿Por qué los guardias se sumaron
al robo de víveres? ¿Por qué evitar que organizaciones ajenas al gobierno llevaran ayuda a los
afectados? ¿Por qué canalizar toda la ayuda a través de militares?
¿Por qué los militares recibieron atención de modernos trailers-comedores antes de los
damnificados? ¿Por qué el gobierno no atiende por igual a la zona turística de Acapulco que a
los habitantes de colonias populares, a marginados de zonas conurbadas y municipios
afectados?
¿Por qué llevar a médicos cubanos a atender la emergencia? ¿Por qué incorporar a siervos de
la nación –morenistas uniformados– a atender a damnificados?
Los reporteros, esos que han sido tan atacados y culpados por el Mandamás de la 4T de
inventar realidades por órdenes de los maléficos propietarios de medios masivos, merecen
nuestro respeto. ¿De qué otra forma conoceríamos las acciones y omisiones reprobables del
gobierno?
No encontramos más que razones mezquinas al tratar de diezmar políticamente con el
infortunio. Sólo vemos proselitismo politiquero y electorero como inspiración de los actos del
jefe del Ejecutivo, de otra forma no se entienden acciones insustanciales, como la de aparecer
en tierra caliente en un jeep todo terreno del Ejército para ser rescatado del lodo que inmovilizó
al vehículo o incorporar a siervos de la nación y becarios en las acciones de salvamento. Estos
montajes buscan beneficios propagandísticos para él y su partido.
Escuché hoy a un reportero guerrerense informar que el Servicio Médico Forense (Semefo) de
Acapulco está rebasado con 180 cadáveres. O sea que aumentará la cifra oficial de 46 muertos
por el huracán Otis más el alto número de decesos por violencia. Recordemos que dos días
antes del huracán, en Coyuca de Benítez aparecieron los cuerpos de 13 policías asesinados en
una emboscada criminal. La cifra de desaparecidos sigue en 49.
O ¿será que el gobierno federal quiere disminuir artificialmente las cifras de muertos? Seguir
creando falsas percepciones y hacer falsas promesas ha sido el estilo del gobierno de AMLO.
Exijamos al gobierno de Morena que no disminuya la importancia de la tragedia y actúe con
responsabilidad.
De ninguna manera podrá cumplirse el sueño guajiro y hasta ofensivo del presidente López
Obrador de que la próxima Navidad la gente afectada “estará muy feliz”, serán años de trabajo
para lograr la reconstrucción y serán necesarios alrededor de 15 mil millones de dólares, no
paliativos como los anunciados. Seamos realistas.