Indicador político
¡AMLO, un sexenio de violencia y muerte!
Durante más de una década, a lo largo de los gobiernos de Calderón y
Peña, los propagandistas de López Obrador acuñaron el eficiente eslogan de
“¡No más sangre!”, en rechazo a la violencia criminal.
Más aún, de tanto en tanto, caricaturistas y periodistas adictos a Obrador
realizaban campañas en las que dibujaban y describían a esos dos presidentes
acompañados por la imagen de la muerte y con el eslogan de “¡No más
sangre!” en grandes trazos.
A su vez, el propio AMLO bautizó la persecución emprendida contra
las bandas criminales, como “la guerra”, tanto de Calderón como de Peña, y
en plazas y pueblos de todo el país repetía la cantaleta de que era un error
perseguir a las mafias, ya que: “es como pegarle al avispero”, pregonaba.
Sin embargo, en medio del sexenio más mortífero y de mayor violencia,
los periodistas y caricaturistas adictos a López ya olvidaron el eslogan de “¡No
más sangre!”, mientras que, en su Palacio, el presidente hace lo impensable
por borrar los signos de la violencia.
Signos desesperados como minimizar la perdida de vidas que causó el
huracán, en Acapulco además de borrar dolosamente a los desaparecidos, del
padrón de personas no localizadas.
Lo cierto es que existe un verdadero “decálogo de muerte” que, a querer
o no, será la herencia más perniciosa de López Obrador, cuyo gobierno ya es
bautizado por muchos como “el sexenio de la muerte”.
Y si lo dudan, aquí el citado “decálogo de muerte” de AMLO.
1.- Una de las acciones de gobierno más irresponsables ha sido el
manejo caprichoso de la pandemia que, según estimaciones no oficiales,
provocó por lo menos un millón de muertes, entre aquellas que se
reconocieron de manera oficial y los fallecimientos que dolosamente no se
acreditaron al Covid-19, para bajar la incidencia mortal con engaños.
Igual que ocurre hoy con la tragedia que vive Acapulco, el presidente
minimizó los efectos mortales de la pandemia, al extremo de pregonar que
“domó” la pandemia justo cuando estaba en su mayor etapa de contagio.
2.- El sexenio de Obrador terminará con un estimado de 200 mil
muertes violentas, el doble de las muertes registradas en el gobierno de
Calderón y más del 50% las muertes reportadas en la gestión de Peña. Al día
de hoy se han contabilizado, de manera oficial, 170 muertes producto de la
violencia criminal.
3.- Apenas en días pasados, organizaciones no gubernamentales
denunciaron que el gobierno federal intenta “rasurar” la lista de desaparecidos
en el actual sexenio, que reporta un total de 117 mil personas no localizadas.
Por ordenes de Palacio, los Servidores de la Nación visitarán a cada familia
para preguntar si ya reapareció el familiar reportado como no localizado.
4.- Otra irresponsabilidad oficial ha sido la carencia de medicamentos
para la cura del cáncer, sobre todo en menores de edad. De manera
inexplicable, también por orden presidencial se destruyó el Seguro Popular, se
rompió la cadena de suministro de fármacos y de un día para otro los niños
afectados de cáncer no pudieron seguir sus tratamientos. Hoy se reportan poco
más de tres mil niños fallecidos por esa causa.
5.- El de los feminicidios en el actual gobierno es la cifra más alta desde
que se lleva el registro de mujeres asesinadas por razones de género. Según
cifras oficiales, se han reportado casi 4 mil mujeres víctimas de ese delito en
lo que va del actual sexenio, sin embargo, cifras extraoficiales hablan de casi
10 feminicidios.
6.- Otra cifra sin precedentes es la muerte de periodistas, que llega a la
escandalosa cantidad de 76 informadores asesinados en lo que va del actual
gobierno federal. En este caso también es evidente la amnesia de los
aplaudidores de López, quienes exigían “ni uno más” y hoy callan.
7.- El estallido de Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, dejó 140
personas muertas. Nadie fue sancionado y a pesar de que el presidente
pregona que se acabó el “huachicol”, hoy más que nunca prolifera el robo de
gasolina.
8.- En Ciudad Juárez, otra irresponsabilidad oficial ocasionó la muerte
de 40 migrantes en un incendio provocado en una estación migratoria. Nadie
fue sancionado.
9.- La irresponsable falta de mantenimiento en el Metro de la Ciudad de
México provocó el derrumbe de un tramo de la Línea 12, con un saldo de 26
personas muertas. Nadie fue sancionado.
10.- Por último, el huracán Otis impactó Acapulco y, a una semana del
meteoro, nadie sabe a ciencia cierta el número de victimas mortales, pero
versiones periodísticas señalan que por lo menos habrían perdido la vida 50
personas lo que, según el presidente, significa “que no nos fue tan mal”.
Sí, el presidente, sus propagandistas y fanáticos pueden falseas y tratar
de alterar la realidad, sin embargo, los datos duros no mienten y el de López
Obrador ya es “el sexenio de la muerte”.
Al tiempo.