Libros de ayer y hoy
Arturo Zárate Vite
¿Cuándo la reforma judicial?
Muchas veces, con razón o sin ella, se acusa a Morena de no abrir a la pluralidad los
foros que organiza en la Cámara de Diputados o de no tomar en cuenta la opinión de
los participantes.
Hasta ahora lleva cuatro conversatorios en materia judicial, con el concurso de
juzgadores, abogados y académicos, que con toda libertad han dicho lo que piensan
sobre la propuesta para que ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación (SCJN) sean elegidos por el voto popular.
Voces a favor y en contra, ambas con la debida argumentación. El consenso es que el
procedimiento de elección no puede ni debe seguir igual. Hace falta ajustarlo,
perfeccionarlo.
Mejorar la impartición de justicia. Hacer lo que sea necesario para lograrlo, garantizar
honestidad e imparcialidad.
La tarea no es sencilla ni se hará de la noche a la mañana. No están dadas las
condiciones y existen fuerzas encontradas sobre la integración de la Corte. El cómo
es la diferencia entre legisladores, juzgadores y estudiosos.
Además, está en puerta la competencia por la presidencia de la República y en eso se
van a enfocar partidos, políticos y políticas, en las próximas semanas y meses, hasta
llegar a junio de 2024.
De cualquier manera, el tema no irá a la congeladora, existe el anuncio de que el
poder Ejecutivo presentaría propuesta para analizar, discutir y votarla en la próxima
legislatura.
Su progreso dependerá del resultado de las próximas elecciones. No será suficiente,
como se vislumbra, con que Morena vuelva a ganar la presidencia. Requiere tener el
control parlamentario, la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y en el
Senado.
Es lo que se denomina Plan C, conseguir el próximo año más de 30 millones de votos,
que se ve complicado, no imposible.
Necesita un candidato o candidata presidencial popular como lo fue Andrés Manuel
López Obrador en 2018, cuando arrasó a sus adversarios. Su popularidad hizo que la
gente votara por la camiseta guinda, hasta por candidatos a diputados y senadores,
desconocidos para electores de estados y distritos.
La situación ahora es diferente. Como no hay otro fenómeno como López Obrador en
la competencia política que atraiga masas, para que tenga éxito el Plan C, quienes
buscan repetir como legisladores u ocupar por primera vez una curul o un escaño,
deberán ganar por su cuenta el apoyo de votantes. Demostrar que de verdad son la
mejor alternativa.
Por lo que sucede en el sistema de justicia, sería injusto solo ver como culpable al
poder judicial, porque no se inventó solo, hubo un poder legislativo que le dio esa
estructura, las reglas para operar y el dinero para pagar sueldos a juzgadores.
Los altos ingresos fueron establecidos y aprobados por diputados y senadores de
gobiernos priístas, aceptados por panistas, con el argumento de que, al remunerar de
esa manera a jueces, magistrados y ministros, estarían a salvo su independencia e
imparcialidad.
Tampoco está todo echado a perder, hay juristas respetables, que dignifican a la
institución judicial.
Lo ideal, porque el clamor del pueblo no debe seguir esperando, sería rescatar lo
bueno y deshacerse de lo que ya no funciona, lo más pronto posible, sin esperar
resultados electorales.
@zarateaz1
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