Indicador político
El lunes pasado estábamos a un costado de la plancha del zócalo capitalino, con una gran manta que decía: “Biden Welcome to México, #1 en Víctimas de Terrorismo”. Nos plantamos un grupo de activistas, la mayoría víctimas de tantas injusticias en México, que decidieron convertirse en defensores de causas, y que han entendido que no existen daños ajenos, todo nos afecta, todo tiene una correlación.
Estuvimos a partir de mediodía, manifestándonos de forma pacífica nuestro descontento con las políticas que nos han llevado a tener un país con terrorismo, todo esto en el marco de la Cumbre de lideres de Norteamérica.
Esperamos y más tarde apareció la caravana que llevaba a Joe Biden, presidente de Estados Unidos; era impresionante el cuerpo de seguridad que tenía, tomando en cuenta que visitaba un país muy peligroso, se justificaba, así que pusimos por delante de las vallas, nuestra manta.
Al pasar su famoso automóvil, pudimos distinguirlo y volteó. Seguramente alcanzó a leer nuestro reclamo, por lo que consideramos que nuestro mensaje llegó mínimo a ser un fantasma en la mesa de acuerdos.
Es que es real que cada día, hay muestras en todo el territorio nacional de que existe terrorismo, basta ver lo que ocurrió en Culiacán, donde después de la captura de Ovidio se desató el terror, se convirtió en un sitio donde nadie podía salir a las calles, de hecho, era la propia recomendación del gobierno local. Además, un avión de una ruta comercial fue alcanzado por disparos de bala, poniendo en riesgo a hombres, mujeres y niños; además de ver automóviles incendiados, bloqueando caminos. Eso sin duda es terrorismo.
Pero esta figura ya existe en el país, basta revisar el artículo 139 del Código Penal Federal, que establece sanciones en una de sus partes “Al que acuerde o prepare un acto terrorista que se pretenda cometer, se esté cometiendo o se haya cometido en territorio nacional”; es decir, que nuestras leyes ya contemplan la figura. Esta información la deberían conocer todos los mexicanos y también las autoridades que se niegan a aplicarlas.
Celebramos que se hayan dado acuerdos en materia de seguridad, pero es necesario que sean integrales y que haya una real coordinación. Los tres países “se enfocarán en estrategias para fortalecer la seguridad continental compartida contra amenazas domésticas, regionales y globales incluyendo amenazas cibernéticas“, aquí por supuesto está presente el terrorismo.
Los cárteles son amenazas de toda índole y tienen su origen e impacto en los tres países. En mayor medida en Estados Unidos y en México; cabe resaltar que se estima que en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, los asesinatos de cárteles suman 65 mil, de acuerdo a reportes de la Secretaría de la Defensa Nacional develados por los “Guacamaya Leaks”, mientras allá mueren por sobredosis más de 100 mil.
Así que deben escuchar la iniciativa que propusimos al Senado, para pedir que ciertos grupos criminales sean clasificados como Terroristas. Esto para que existan estrategias efectivas e inteligencia para detener su actividad que concluye en cientos de miles de muertes, en desplazados, en violaciones a los derechos humanos, y la lista de afectaciones, crece.
Ese día nos manifestamos con Renata Cuevas Valdés Villareal, del colectivo Marea Verde; Luis Fernando Reyes Guzmán, de padres de niños con cáncer; Manuel German Ramírez Valdovinos, activista de personas injustamente presas, Tomás Mundo, activista pro derechos humanos de Veracruz; Omar Bello, periodista desplazado de Guerrero, Marcela de Jesús Natalia, activista indígena; y otros más, igual de importantes, y que estamos convencidos que sumando fuerzas, podemos cambiar este país.
Ya que nos vio el presidente Biden, espero también nos haya escuchado el presidente López Obrador, lo que buscamos es ayudar, es plantear ideas que trasciendan, porque en el México de hoy, nadie puede decirse que está a salvo del terrorismo.