Indicador político
“Permitan el paso al presidente…”
Como en los gobiernos dictatoriales, Andrés Manuel López Obrador hizo,
este fin de semana, una demostración de fuerza para anunciar el nombre
del movimiento que lo mantiene en el poder: “humanismo mexicano”’.
Sin la presencia de mujeres clave en su vida privada, como secretarias
de Estado o ex miembros del gabinete (Beatriz Gutiérrez Müller,
Tatiana Clouthier, Olga Sánchez Cordero, Delfina Gómez, Leticia
Ramírez, Luisa María Alcalde, Irma Eréndira Sandoval, Rocío Nahle,
Alejandra Frausto, Rosa Icela Rodríguez, Graciela Márquez, María Luisa
Albores, Ariadna Montiel, Graciela Márquez Colin, Irma Eréndira
Sandoval, Galia Borja, María Elvira Concheiro, Ana Laura López
Bautista, Raquel Buenrostro, Raquel Sosa, Leticia Ánimas y Josefa
González Ortiz Mena entre otras, el presidente hizo un recuento de
sus 4 años en el cargo.
Ninguna gobernadora de Morena le acompañó en la caminata de la capital.
Quien tampoco estuvo presente fue el líder de la mayoría en el senado,
Ricardo Monreal Ávila para quien fue mejor perder “una torta y frutsi”
que dejar en el limbo la reunión interparlamentaria México-España en
la cual participan legisladores de todos los partidos políticos
mexicanos.
El ex gobernador de Zacatecas, actual presidente de la Junta de
Coordinación Política (JUCOPO) del Senado mexicano es un fuerte
aspirante (por Morena o como opositor) a la silla presidencial; mucho
más fuerte que Claudia Chein, la “regenta” de la CDMX y, como dice la
canción, “favorita del profesor…”
La marcha del Obradorato inició en el Ángel de la Independencia-sobre
el Paseo de la Reforma- y terminó en el zócalo capitalino.
Tras casi 6 horas de caminata (un kilómetro por hora) al frente de sus
aliados del partido Morena (las “corcholatas” Claudia Chein, Adán
Augusto y Marcelo Ebrard) el presidente Obrador emitió un discurso de
las 15 a las 16.40 horas.
El gobierno de la corcholata candidata nunca informó el número de
oyentes, pero Martí Batres, su asistente, dijo que participó “un
chingo y dos montones”.
Durante el largo recorrido una mujer escupió en la cara al canciller
Marcelo Ebrard. Videos que circulan en redes sociales dan cuenta de
cómo la saliva le cubrió la sien. El diplomático no tuvo más remedio
que limpiar sus lentes y hacer como que no pasaba nada.
A prudente distancia acompañaban a López Obrador su hijo Andrés Manuel
López Beltrán y Jesús Ramírez Cuevas, el vocero presidencial.
En por lo menos dos ocasiones, personal militar trató de subir al
mandatario a un vehículo, pero éste prefirió seguir a pie, flanqueado
por Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard; igualmente
por legisladores y directivos del partido Morena.
Terminada la marcha, “André Manue” enlistó 110 acciones que, según
dijo, realizó.
Estimó que los mexicanos radicados en Estados Unidos enviarán a sus
familiares en México unos 60 mil millones de dólares, lo que convierte
a esa cifra en la principal fuente de ingresos.
Obrador criticó nuevamente la marcha popular en defensa del Instituto
Nacional Electoral (INE).
En algún momento dio a conocer que su esposa Beatriz “no va a
participar en ningún proceso electoral” en 2024 y mucho menos se
convertirá en primera dama (figura que le ha permitido viajar por todo
el mundo con cargo al presupuesto federal y disponer de las fuerzas
armadas como compañera de vida del comandante Supremo).
Ahora mismo, la NO primera dama cobra como integrante “A” del Sistema
Nacional de Investigadores.
Tal como el presidente Andrés Manuel López Obrador vaticinó, mitad
serio, mitad broma, a la marcha asistieron cientos, miles de
“acarreados” (miembros del gabinete, gobernadores, diputados,
senadores, adultos mayores “que reciben pensión”, jóvenes y
estudiantes becarios.).
La marcha fue “para celebrar que ya no domina en México la oligarquía;
que ya no se permite la corrupción; que ahora sí pagan impuestos los
potentados y que tenemos finanzas públicas sanas”.
André Manuel considera que la marcha ciudadana, en defensa del
Instituto Nacional Electoral (INE) y que provocó su enojo fue un
“striptease del conservadurismo”.
La marcha de este domingo 27 ¿cómo la calificaría usted?