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CULIACÁN, Sin., 8 de julio de 2025. — Por primera vez en la historia del estado, el Gobierno de Sinaloa ha iniciado una recuperación (exhumación) masiva de cuerpos no identificados en el panteón 21 de Marzo de la ciudad de Culiacán, como parte de una acción humanitaria sin precedentes, coordinada por la Subsecretaría de Derechos Humanos y ejecutada por la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas, en estrecha colaboración con la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, el Centro Nacional de Identificación Humana, con el acompañamiento de colectivos de familias buscadoras.
En un boletín se informó que la jornada se enmarca en el Programa Estatal de Recuperaciones, Resguardo Temporal e Identificación Humana (PertiDH), que contempla la recuperación, análisis y eventual restitución de restos humanos inhumados en calidad de desconocidos, garantizando un proceso técnico, científico, digno y respetuoso.
En esta primera fase, se prevé la recuperación de alrededor de 50 cuerpos, cuyos restos serán trasladados al Laboratorio de Identificación Humana del Centro de Resguardo Temporal e Identificación Humana (CertiDH), donde se les realizará la toma de muestras genéticas (ADN) y otros estudios periciales requeridos para su posible identificación. Durante este proceso, los cuerpos serán resguardados de forma digna y segura, bajo protocolos éticos y forenses estrictos.
La intervención responde al compromiso del gobernador Rubén Rocha de impulsar, desde el primer día de su gobierno, una política pública estatal de identificación humana centrada en la dignificación, el acompañamiento sensible a las víctimas y la responsabilidad ética del Estado frente a la desaparición de personas.
Esta intervención histórica está respaldada por un equipo multidisciplinario de especialistas, conformado por antropólogos, arqueólogos, criminalistas, forenses, geógrafos, expertos en ciencias sociales y autoridades ministeriales, cuya experiencia es clave para llevar a cabo esta compleja intervención con el mayor rigor técnico y humano. Se estima que los trabajos de recuperación se prolonguen hasta por tres semanas, dada la magnitud del proceso.
Esta primera recuperación masiva representa un hito en la historia forense y de derechos humanos de Sinaloa y, más allá de su dimensión técnica, ética y científica, constituye un acto profundamente humano que refleja el compromiso del Estado con las familias que buscan a sus seres queridos.